Religiosas de la Diócesis de Avellaneda – Lanús profesaron votos perpetuos

Presidió las celebraciones el Obispo, Mons. Rubén Frassia.

El Obispo de Avellaneda Lanús, Mons. Rubén Oscar Frassia, presidió las celebraciones eucarísticas el pasado martes 2, donde profesaron sus votos perpetuos dos religiosas de comunidades presentes en la diócesis.

En el Noviciado de las Hermanas de Caridad de San Vicente de Paúl de Zagreb, en la localidad platense de Villa Elisa, se llevó a cabo la celebración de la Hna. Paola Verónica Esquivel, concelebrada por el P. Germán Vargas (oriundo también de San Juan) y los sacerdotes Miguel y Esteban provenientes del Uruguay.

Contaron además con la presencia de seminaristas, familiares y religiosas que conmemoraban diversos años de profesión.

La Hna. Paola nació en San Juan Albardón, Provincia de San Juan, el 22 de enero de 1983 y en la Fiesta de Pentecostés de 2002 ingresó al postulantado.

A la religiosa, catequista tanto a nivel primario como secundario y del grupo de adolescentes e infancia misionera, un nuevo destino la espera ya que, siguiendo su carisma, de Dock Sud (donde la congregación desarrolla su actividad principal en el Colegio Cristo Rey) partirá en misión a Corrientes con otras tres hermanas.

De este momento en su vida la Hna. Paola dijo: “es la misericordia de Dios para conmigo, porque la grandeza de Dios puede obrar grandezas en uno mismo”.

La celebración de la Hna. Claudia Noemí Domínguez Ríos, de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Thouret se realizó en “El Campito” ubicado en Deheza y Casacuberta de la localidad de Villa Domínico.

La Hna. Noemí nació en Villa Florida, Misiones -Paraguay, el 8 de noviembre de 1978. Ingresó en la congregación en 1999, en la localidad de Fernando de la Mora (Departamento Central en Paraguay.

Actualmente su actividad pastoral se desarrolla en la capilla María Madre de la Esperanza (perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de Loreto, de Villa Domínico) y en el Hogar de día “El Campito” Además, acompaña en la formación catequística al grupo de perseverancia de pre- adolescentes.

De su profesión perpetua dijo que “culmina mi etapa de formación como religiosa; es dar un paso en la confianza de que Dios es fiel” y agregó que esta instancia señala su participación plena en la congregación; “nuestro carisma, dijo, es amar a Jesucristo, amar a los pobres manifestando la ternura del padre e intentando vivir la fidelidad de Dios con nuestra debilidades”.

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