La organización internacional trabajó en forma conjunta con la secretaría de Niñez y Adolescencia bonaerense y envió kits de higiene, agua, pañales, colchones, ropa de cama e insumos para escuelas, centros de desarrollo infantil y hogares de niños sin cuidados parentales.

La secretaría informó en un comunicado que la organización internacional recomendó que, tras las inundaciones, los adultos mantengan la calma y conversen con otros adultos sobre sus miedos y angustias, alejados de los niños.

Asimismo, advirtió que “es normal que los niños sufran algunas alteraciones tras un evento de esta naturaleza, ante la muerte de un ser querido, pero también ante la pérdida de su casa, de sus objetos preciados”.

“Los niños vivirán un proceso de duelo normal, que consistirá tal vez en recuerdos o pesadillas sobre el evento, alteraciones en la concentración, enojo e irritabilidad”, expresó la secretaría, y manifestó que si el comportamiento se mantiene o agrava luego de varias semanas debe solicitarse la ayuda de un profesional.

En ese sentido, afirmó que “los niños pueden atentar directamente contra su salud, autoagredirse, dejar de comer o dormir por varios días”, por lo que recomendó comunicarse al 102, línea gratuita de la secretaría de Niñez y Adolescencia provincial, que funciona las 24 horas.

El secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo Navarro, dijo que “las secuelas de una tragedia de esta magnitud sabemos que son muchísimas, muy diversas y de largo plazo” y expresó que “por ello pensamos también en el post inundación, porque muchos chicos sufren este evento traumático y quizás con prevención podemos evitar que eso se convierta en un problema de salud para ellos”.