Reclamaron la separación del sacerdote que dijo que violar la fe es peor que violar una hija

Organizaciones sociales mendocinas reclamaron ayer al arzobispado de la provincia la separación del sacerdote Jorge Gómez, quien censuró un espectáculo cómico en el que irrumpió en medio del show y dijo que violar la fe es “diez mil veces peor que violar una hija”.

La Agrupación Mendocinos por la Igualdad presentó un petitorio con firmas en el cual pidió a las autoridades de la Iglesia católica en la provincia que sancionen al sacerdote de Malargüe, pero el arzobispado dijo que esa decisión depende del obispado de San Rafael.

Voceros del arzobispado manifestaron, en ese sentido, que “nosotros no podemos sancionarlo porque depende del obispado de San Rafael, y ellos responden directamente al Vaticano”.

Los manifestantes pidieron en la nota al arzobispado que “por su intermedio vean qué se puede hacer. Si no recibimos respuesta vamos a seguir pidiendo, gestionando que se sancione al cura”.

La convocatoria a la manifestación frente a la sede del arzobispado, ubicada en Catamarca y San Juan, en la capital de la provincia, fue realizada a través de la red social Facebook.

La organización social promueve la educación en diversidad sexual y la lucha contra la homofobia y la discriminación en todas sus expresiones.

La Agrupación advirtió que es “inadmisible que un sacerdote se arrogue el derecho de censurar espectáculos públicos, y es aberrante y peligroso que, en el intento de justificar sus acciones, relativice un delito tan grave como la violación de niños”.

Asimismo, convocó a los argentinos, y se refirió en especial a los que profesan al fe católica, “a informarse sobre la campaña de apostasía colectiva y a preguntarse si quieren pertenecer a un culto que avala las expresiones y el proceder de este sacerdote”.

“Estas cosas no pueden suceder”, dijeron los organizadores de la convocatoria, y afirmaron que “lo ideal para nosotros es que lo separen del cargo. Acá la Iglesia tiene que salir a dar la cara porque es ‘su’ cura”.

El sacerdote Gómez realizó esas declaraciones tras interrumpir una de las presentaciones del grupo Coral Lutherieces en la Fiesta Nacional del Chivo, en Malargüe, donde subió al escenario y obligó a los artistas a cambiar el repertorio, por considerar que la obra “Educación Sexual Moderna”, de Les Luthiers, es ofensiva para los creyentes.

El secretario general de la Gobernación de Mendoza, Alejandro Cazabán, advirtió el viernes que son “lamentables” y contrarias “a la visión cristiana de la vida” las declaraciones del sacerdote.

“Son posturas que la sociedad mendocina repudia”, dijo el funcionario, y añadió que “uno puede disentir o estar en desacuerdo con algo” pero “de allí a caer en discursos o comentarios que realmente son dañinos y que afectan claramente la visión hasta incluso cristiana de la vida, es lamentable y se deben tomar medidas necesarias para que quede claro”.

El obispado de la diócesis de San Rafael advirtió la semana pasada que son “graves” y “ofensivas” las declaraciones del sacerdote y lo llamó a silencio.

El presbítero José Antonio Alvarez, responsable de la oficina de prensa del obispado, sostuvo que las expresiones del sacerdote de Malargüe constituyen un “disparate y son ofensivas”.

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