Reafirman que el personal de salud está obligado a vacunarse contra la gripe

Lo dice la Comisión Provincial de Bioética en un informe técnico. Afirman que el equipo de salud debe cuidarse y cuidar de no enfermar.

La Comisión Provincial de Bioética (Coprobi) fundamentó la obligación de que todos los miembros del equipo de salud se vacunen contra la gripe, al señalar que “el agente sanitario asume un compromiso público en la defensa del bien común”. Y agrega que el equipo de salud debe vacunarse porque es su deber “cuidarse y cuidar de no enfermar”, es decir, evitar convertirse en agentes transmisores de enfermedad.

El pronunciamiento de la Comisión, un organismo asesor del ministerio, surge de la consulta que le hiciera llegar el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto, tras corroborar que dos enfermeros de la Provincia murieron por gripe este año y que, pese a formar parte de los grupos de riesgo -por ser miembros del equipo de salud-, no se habían vacunado.

El informe, con los argumentos legales y éticos que obligan al personal de salud a vacunarse, serán divulgados por el ministerio de Salud de la Provincia en las instituciones sanitarias provinciales y municipales. Se busca que los agentes tomen conciencia y que las autoridades distritales tomen las medidas a su alcance en caso de “negativa infundada” para evitar riesgos.

Ya el ministerio de Salud de la Nación, junto con otras instituciones prestigiosas, como la Sociedad Argentina de Pediatría e Infectología, manifestaron que “la vacuna antigripal es una herramienta decisiva para proteger de la enfermedad a quien la recibe”. Por eso, remarcaron que “la vacunación antigripal constituye una acción de salud preventiva de interés nacional prioritario”.

POSIBLES EXCEPCIONES

No obstante, indica el informe de la Coprobi, es posible que surjan excepciones; casos en los que, por ejemplo, un agente sanitario no pueda vacunarse por riesgo de alergia severa frente a alguno de los componentes de la inmunización.

Frente a esta posiblidad, la Comisión de Bioética (Coprobi) explicita que “es obvio que de existir contraindicaciones médicas, y ser éstas conocidas o invocadas por el agente del equipo de salud que rechaza la vacunación, no llegaría a plantearse conflicto o dilema moral para la administración sanitaria”.

La Coprobi destacó en su informe el valor social de las vacunas. Y puso de manifiesto que al hacer cumplir un calendario de vacunación obligatorio “el Estado está asumiendo y respetando un doble compromiso: por una parte hace efectivo el derecho a la salud en su aspecto preventivo y, por otro, garantiza la justa igualdad de oportunidades en el derecho a la salud”.

En todo caso, aclaran, la meta es prevenir que la población se enferme y muera por gripe. “El bien social debe primar sobre el bien y el interés individual cuando éste pone en tela de juicio o desconoce al escudo epidemiológico protector que genera la vacunación”, explicó Beatriz Firmenich, presidenta de la Comisión Provincial de Bioética.

El informe emitido por esa Comisión indica que cuando un agente de salud no quiere vacunarse genera una tensión entre la voluntad individual y el bien social, porque el vacunado se protege a sí mismo y a los demás de los contagios.

Al respecto, la Coprobi expresó en su informe: “No estamos considerando aquí la negativa de un miembro de la comunidad que en ejercicio prudencial de la autonomía rechaza la inmunización (…) sino del rechazo de un agente moral directamente afectado como miembro de un equipo de salud en actividades cotidianas de cuidado, protección, recuperación y rehabilitación de la salud”.

De acuerdo con los argumentos de la Coprobi, los miembros del equipo de salud que se niegan a vacunarse exponen a los pacientes a mayores riesgos. Por lo tanto, el informe técnico que emitió la Comisión Provincial de Bioética, se pondrá a disposición de las instituciones de salud y municipios de la Provincia para sensibilizar al personal sanitario.

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