El “Ciclón” se adelantó con el gol convertido por Alexis Sabella, a los 13 minutos del segundo tiempo, con un preciso remate desde afuera del área.

Pero ya en el tiempo de descuento y tras un corto rechazo de la defensa azulgrana, Nery Domínguez agarró el balón de sobrepique y Torrico nunca pudo evitar el empate.

Con este resultado Racing se ubica en la quinta colocación con 18 puntos, mientras que el “ciclón” está en la decimosexta, con 13 unidades.

En el primer tiempo ambos equipos estuvieron imprecisos, porque si bien tenían buenas intenciones, todo quedaba en nada cerca de los arcos, por impericia de los delanteros.

Alguna corrida de Copetti, algo que podía mostrar Cerutti, y no mucho más, era lo que Racing y San Lorenzo pusieron como argumentos como para hacer del clásico un partido sin mucho vuelo.

Un cabezazo, algo lejano, de Copetti fue la jugada que tuvo Racing a su favor, mientras que San Lorenzo estuvo lejos de hacer pesar sus individualidades, aunque Sabella casi desnivela en una jugada por la izquierda.

Para la segunda mitad el partido tuvo un antes y un después del gol de Sabella, un tremendo zapatazo desde afuera del área que se coló junto al palo derecho de un estático Arias.

Es que desde ese momento las cosas cambiaron, porque Racing tomó la iniciativa y fue en busca del arco de Torrico con insistencia, y los cambios que hizo Ubeda le dieron más volumen de juego de tres cuartos de cancha hacia adelante.

Racing se hizo dueño del mediocampo y San Lorenzo, con la salida de Ortigoza, perdió el control de esa zona, por eso la “Academia” movió el balón buscando los espacios necesarios.

Un cabezazo de Correa que se fue cerca y la experiencia de Cvitanich en los últimos metros, fueron los argumentos que exhibió la visita para merecer el empate.

Los de Montero se refugiaron demasiado en su campo y por momentos esbozaron alguna contra que nunca pasó más allá de tres cuartos de cancha y el arco de Arias les quedó muy lejos.

Un córner desde la izquierda fue rechazado por la defensa de San Lorenzo y de sobrepique Nery Domínguez sacó un tremendo zapatazo que se coló entre las piernas de muchos jugadores, sorprendió a Torrico y se convirtió en el definitivo y justo empate.