Quinta jornada del juicio contra los rugbiers: “Le llené la jeta de sangre”

El crudo testimonio de Andrea Ranno, recepcionista del hotel “Inti Huasi”, conmocionó en esta jornada. Además, por primera vez un policía bonaerense reveló que fue Máximo Thomsen quien incriminó falsamente a Pablo Ventura en el caso.

La recepcionista de un hotel de Villa Gesell ubicado a metros del boliche “Le Brique”, en cuya puerta mataron a golpes a Fernando Báez Sosa en enero de 2020, declaró este viernes que escuchó a uno de los rugbiers acusados del ataque decir “le rompí toda la jeta” y “le llené la jeta de sangre”, mientras pasaba frente a ella junto a otros jóvenes “riendo, festejando entre ellos, todos”.

Además, en la quinta jornada del juicio oral por el caso que se lleva adelante ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, por primera vez un testigo -un policía bonaerense que se desempeña en la localidad de Villa Gesell- reveló que fue el rugbier Máximo Thomsen quien incriminó falsamente al remero Pablo Ventura en el caso, al decir que era suya la zapatilla marca Cyclone negra con suela blanca manchada con sangre encontrada en la vivienda alquilada por los agresores para veranear.

Los testimonios fueron presenciados por María Graciela y Silvino, los padres de Fernando, quienes como todos los días estuvieron presentes en la sala de audiencias y, antes de ingresar a los tribunales, se abrazaron con los miembros de una familia que llegó desde la localidad bonaerense de Salto para contarles la historia de Emanuel Perea (32), quien fue asesinado de la misma manera que Fernando.

“Todos se sentían partícipes del festejo”

La primera testigo de la jornada fue Andrea Ranno, recepcionista del hotel “Inti Huasi”, situado en la misma cuadra de “Le Brique”, quien detalló que la madrugada de ese 18 de enero de hace tres años vio pasar a al menos ocho rugbiers “muy exaltados, muy contentos, contentísimos y felices” y que escuchó a uno de ellos decir: “Le rompí toda la jeta, viste… le llené toda la jeta de sangre”.

Tras pronunciar esa frase, la testigo miró a los padres de Fernando y les pidió perdón, luego de lo cual continuó con su relato ante los jueces.

“Todos se sentían partícipes de ese festejo”, aseguró Ranno, quien puntualizó que al primero que vio pasar “muy nervioso” fue a Thomsen -a quien no nombró, aunque sí reconoció en videos que le exhibieron- seguido metros atrás por sus amigos.

“Pasan frente a mí, se venían riendo, festejando entre ellos, todos”, agregó la recepcionista, quien a continuación describió a Thomsen como quien “tenía una camisa negra rota, el cabello revuelto”, caminaba “adelante” y “de manera desaforada, firmemente, con la cabeza baja, como ciego”.

“Estaba sacado ese pibe”, agregó al respecto la testigo.

En los mismos videos, la mujer reconoció como a otro de los agresores a uno “rubiecito, que tenía una camisa que brillaba, que llamaba la atención” y que resultó ser Matías Benicelli.

“Fue Máximo Thomsen quien incriminó a Ventura”

El juicio continuó con la declaración del comisario mayor Lucio Pintos, a cargo de la Jefatura Departamental Pinamar, quien llamó al papá de Fernando, Silvino Báez, para contrale lo que le había pasado a su hijo, y continuó con el del policía Mariano Vivas, que participó del arresto de los rugbiers.

Ese efectivo fue quien dio a conocer por primera vez en la causa que fue el acusado Thomsen quien incriminó falsamente a Ventura -un joven de Zárate que estuvo injustamente detenido por el hecho-, al decir que era el dueño de la zapatilla ensangrentada que fue hallada en la casa de veraneo que alquilaban los rugbiers en Villa Gesell.

“Thomsen manifestó que era de Pablo Ventura”, dijo sin dudar.

Consultado por el abogado Tomei sobre el motivo por el cuál no se hizo constar en un acta quien había mencionado al remero Ventura, Vivas dijo: “Son manifestaciones que la fiscalía dijo que no pongamos, así que se encargó la DDI”.

Por la tarde, el comisario mayor Hugo Vásquez, encargado del procedimiento de la Policía Científica en la casa de veraneo donde detuvieron a los rugbiers, también declaró que fue Thomsen quien dijo que la zapatilla era de Ventura.

“Estaban muy risueños, tuvimos que llamarles la atención varias veces para que no se rieran, que estábamos trabajando en algo serio”, afirmó este testigo.

Mientras que otros policías declararon sobre cómo se llevó a cabo el procedimiento en el que fueron detenidos los rugbiers, y uno de ellos, el comisario Jorge Luis Stavrakis, reconoció en un video incorporado a la causa a los imputados Ciro (22) y Luciano (21) Pertossi, Thomsen, Ayrton Viollaz (23), Benicelli y a Enzo Comelli (22) como quienes atacaban a Fernando y a su amigo Tomas D´Alessandro a la salida de “Le Brique”.

Durante la exhibición de las imágenes, los ocho imputados giraron simultáneamente su cabeza hacia la derecha para ver las filmaciones, que fueron reproducidas a menor velocidad y con zoom a pedido del testigo.

En tanto, por la tarde, y luego de Vasquez, declaró Lautaro Alejandro Cuqueijo, testigo del procedimiento realizado por la Policía Científica y quien afirmó: “El único que noté que estaba nervioso era el grandote, el más musculoso por así decirlo. Tenía bigote. Si no me equivoco es Máximo Thomsen. Se puso a vomitar”.

Y al finalizar la audiencia, los abogados del particular damnificado, Fernando Burlando y Fabián Améndola consideraron en declaraciones a la prensa que el balance de la primera semana del debate es positivo para ellos y destacaron el valor de los dichos de todos los testigos que declararon hasta el momento.

¿Quiénes son los acusados?

Como en todas las audiencias del debate, estuvieron presentes en el recinto los acusados Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), quienes desde el jueves no usan más los barbijos que llevaban puestos durante las primeras jornadas.

Los acusados están acompañados por Marcos Pertossi, padre de Luciano y Ciro; Francisco Thomsen, uno de los hermanos mayores de Máximo; Sergio Viollaz, padre de Ayrton; y Mónica Zarate, madre de Matías Benicelli.

 

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