Quedan presos dos policías acusados de matar al empresario en Villa Domínico

Los dos policías que participaron del tiroteo en el que murió baleado el empresario Juan Carlos Caggiano cuando iba de rehén en su auto el martes en la localidad bonaerense de Avellaneda quedaron presos, uno por el homicidio de la víctima, y el otro acusado de haber matado por la espalda a uno de los ladrones.

Fuentes judiciales informaron a Télam que ambos efectivos, de la comisaría de Wilde, se negaron a declarar anoche al ser indagados y que los fiscales de Avellaneda Alejandro Rojas y Elbio Laborde solicitaron a un juez de garantías la conversión de su aprehensión en detención.

El acusado de haber asesinado a Caggiano de un tiro en la nuca es el chofer del móvil, identificado como Daniel Vezzeti, mientras que su acompañante, Darío Randone, también quedó preso pero imputado de homicidio con exceso en la legítima defensa -un delito excarcelable-, ya que se le atribuye haber matado de un tiro por la espalda al delincuente.

Este joven que murió en el lugar fue identificado como Brian Oviedo (21), quien tenía pedido de captura de dos departamentos judiciales -San Martín y Quilmes-, y estaba prófugo entre otras causas por el secuestro que sufrió en marzo el empresario Adrián Werthein cuando circulaba con su camioneta BMW X6 por el Acceso Oeste a la altura de Ciudadela.

Las principales pruebas contra los policías son las pericias de trayectorias balísticas y ubicación de vainas servidas, y algunas declaraciones testimoniales.

Según la investigación, en el momento del tiroteo, el patrullero quedó detrás del auto Audi TT de la víctima, y la sospecha es que el chofer Vezzeti tiró a quien se bajó del lado del conductor (Caggiano), y el acompañante Randone, quien disparó contra los dos ladrones que bajaron del lado derecho del vehículo.

La trayectoria del balazo mortal a Caggiano determinada en la autopsia -entrada por nuca, salida por el pecho a la altura de una axila, de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo-, le hace suponer a los pesquisas que el empresario fue alcanzado por una bala policial disparada por el chofer del patrullero cuando se bajaba del Audi TT semiagachado, porque es un vehículo muy bajo.

Otro elemento de cargo contra los policías es que los fiscales revisaron audios y transcripciones de llamadas al 911 realizadas por la mujer de Caggiano y por una vecina, y lo que los operadores del comando de patrullas luego transmitieron a los móviles.

Allí quedó claro que la policía sabía que había un rehén en el auto.
Según fuentes judiciales, en todo momento los operadores hablan de una “privación ilegal de la libertad en progreso”.

También se negó a declarar anoche y permanecerá preso, el delincuente que fue detenido a 100 metros del lugar del tiroteo, identificado como Rodrigo Emanuel Vargas (18).

A Vargas, los fiscales le imputan robo calificado en grado de tentativa, portación ilegal de arma de guerra, abuso de arma y, lo más importante, privación ilegal de la libertad agravada por el resultado muerte, que tiene una pena de 15 a 25 años de prisión.

Con esta figura, los fiscales le atribuyen al presunto ladrón haber colocado a la víctima Caggiano en la situación de riesgo que derivó en su muerte, por más que no tuvieron intención ni responsabilidad directa en su muerte.

El hecho ocurrió el martes, alrededor de las 21, cuando Caggiano (46), dueño de una empresa de transportes y logística llamada Quilmes Truck S.A., llegó en su Audi TT a su casa situada en Lucena 1644, casi esquina Pasaje Angaco, de Gerli.

Mientras Caggiano abría la reja para ingresar el auto al garaje junto a su esposa, Gladys, y su hijo de 9 años, aparecieron dos hombres armados.

Caggiano les ofreció las llaves del auto para que se lo lleven, pero los delincuentes le exigieron a punta de pistola que se metiera en el coche, lo condujera y así se lo llevaron cautivo.

La esposa y una vecina llamaron al 911 para denunciar ante la policía el secuestro.
Los delincuentes se comunicaron con un socio de Caggiano para exigirle 50.000 pesos por su liberación, se encontraron con él en Quilmes, aunque sin que se pagara el rescate.

Luego, cerca de las 22, el Audi TT fue visto circular de contramano por dos policías de la comisaría de Wilde que cargaban nafta en una estación de servicio e iniciaron la persecución que finalizó en Centenario Uruguayo y Campichuelo, de Villa Domínico.

Allí, se produjo entre los delincuentes y la policía el tiroteo en el terminaron muertos Caggiano y uno de los ladrones.

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