¿Por qué suben las acciones si la Economía está cayendo?

en tiempos de expansión económica, las acciones son una buena forma en que los inversionistas garantizan la apreciación de su capital. Pero, ¿será que funciona siempre así? La pregunta es pertinente en un momento donde la Economía global pasa por uno de los escenarios más negros e inciertos de los que hay registro.

 

Uno de los factores que lleva a muchas personas a comprar acciones es su correlación positiva con la Economía. No es una novedad: históricamente las acciones tienden a revalorizarse de acuerdo con el desempeño económico. Es decir, cuando la Economía de un país está subiendo, es normal que sus empresas también se beneficien de ese movimiento y que eso se refleje en el valor de sus acciones. Es uno de los motivos que lleva a muchos usuarios a registrarse en brokers como eToro, que registró un aumento repentino en la demanda desde que comenzó la pandemia.

Por lo tanto, en tiempos de expansión económica, las acciones son una buena forma en que los inversionistas garantizan la apreciación de su capital. Pero, ¿será que funciona siempre así? La pregunta es pertinente en un momento donde la Economía global pasa por uno de los escenarios más negros e inciertos de los que hay registro. Los ciudadanos están perdiendo sus empleos y, por eso, tienen menos dinero disponible para gastar, lo que debilita la Economía.

Esto puede hacernos entrar en un círculo vicioso, ya que, al no haber dinero para gastar, las empresas también recibirán cada vez menos y tendrán que despedir cada vez a más trabajadores. En otras palabras, nos enfrentamos a un escenario incierto y desolador.

Pero entonces, ¿por qué están subiendo las acciones?
Casi todos los mercados financieros fueron afectados fuertemente al inicio de la crisis provocada por el Covid-19. Como ejemplo, el índice S&P 500, a imagen de la mayoría de los índices de acciones en todo el mundo, sufrió la mayor caída de la que hay registro. Sin embargo, desde entonces, ha subido un 31%. Mientras la Economía continúa hundiéndose, el mercado de las acciones sube. ¿Por qué?

De acuerdo con Peter Cohan, autor de varios libros sobre el mercado de acciones y columnista de Forbes, la explicación en realidad es bastante obvia – es que, aunque existen muchas personas interesadas en vender acciones, simplemente hay muchas más que quieren comprar. Esto es particularmente relevante en el caso de las grandes empresas tecnológicas que lograron revalorizarse en medio de la incertidumbre traída por el Covid-19.

Empresas como Amazon, Microsoft, Netflix, Alphabet, Facebook o Zoom, entre otras, están tomando partido de esta nueva realidad y obteniendo ganancias de ello. De hecho, no dejamos de ser humanos y de querer satisfacer ciertas necesidades y continuar con rutinas que ya teníamos, como ver películas y otras formas de entretenimiento, hablar con personas o hacer compras. La diferencia es que ahora las hacemos de forma digital.

Por eso, no, los negocios de estas empresas no están siendo negativamente afectados. Por el contrario, están teniendo incluso uno de los períodos de mayor aceleración que hayan visto, ya que las personas están necesitando de ellos de formas que nunca se imaginaron. Esta es, al mismo tiempo, una oportunidad única, incluso para los inversionistas, quienes se dan cuenta de que estas empresas serán capaces de adquirir sectores de la economía que, hasta ahora, no tenían.

¿Un ejemplo claro? Amazon. Muchas personas podían, inclusive, hacer compras en esa u otra tienda online, pero ahora están comprando muchas otras cosas que nunca antes pensaron comprar a través de canales digitales. El ser humano es un ser de hábitos. Una vez acostumbrado a esta nueva realidad, ¿por qué cambiarlo?
La transformación digital de la Economía, de un día para otro, dejó de ser un requisito y pasó a ser una obligación.

De una u otra forma, las empresas están obligadas a recurrir a nuevas herramientas de trabajo y a comprender nuevos modelos de negocio. Eso trae dos efectos: por un lado, acelera los negocios de las empresas que ofrecen soluciones de trabajo a distancia, como es el caso de Zoom, Slack u otras; por otro lado, participan en un movimiento global en que las empresas que mejor se adapten al contexto digital saldrán recompensadas con más clientes, nuevos inversionistas y, en consecuencia, tendrán un mayor crecimiento.

O sea, el crecimiento no es general para todo el mercado de las acciones. Empresas relacionadas con el turismo, como las de aviación, por ejemplo, han sido muy afectadas con esta crisis. Sin embargo, el sector tecnológico tiene un peso cada vez mayor en los principales índices bolsistas. Este sector ya está creciendo y, cuando la Economía global recupere su ritmo, tendrá un amplio margen para cosechar aún más frutos de este cambio de paradigma.

En sentido contrario, los sectores tradicionales tienen un desafío aún mayor. Muchos de ellos, si no son capaces de reinventarse rápidamente, tendrán riesgos de supervivencia. En un escenario de tal incertidumbre, sólo el tiempo dirá qué ocurrirá. Pero parece real la idea de que vengará la ley del más fuerte. Ahora más que nunca.

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