¿Por qué, históricamente, se consideró a la natación como el deporte más completo?

El cuerpo trabaja de manera simultánea distintos grupos de músculos y libera sustancias que favorecen la salud mental. Sin embargo, qué opinan los especialistas en el presente.

Históricamente se dijo que la natación es el deporte más completo al entrenar las piernas, los brazos, la espalda y, a su vez, requerir técnicas de coordinación. Pero, ¿es tan así?

Para empezar, es adecuado señalar que presenta varias ventajas con respecto a otros. Por ejemplo, al ser aeróbico, es decir de baja intensidad y mayor resistencia, cualquier persona puede practicarla, desde los bebés hasta los adultos mayores. Además, trabaja de manera simultánea distintos grupos de músculos, como cuádriceps, isquiotibiales y tibiales (en piernas), bíceps, tríceps, supinadores y pronadores (en brazos, antebrazos y manos), y los del tronco, cuello, pectorales y abdominales. La actividad muscular libera unas proteínas conocidas como mioquinas que favorecen procesos metabólicos como la oxidación de grasas.

A su vez, este deporte resulta de mucha ayuda para aquellas personas que tienen problemas respiratorios o cardiovasculares, puesto que aumenta la capacidad pulmonar y optimiza el uso del aire, como también disminuye la frecuencia cardiaca, crea resistencia y regula la presión arterial. Incluso, la posición horizontal que se utiliza en este deporte favorece la circulación de la sangre en el cuerpo.

Asimismo, al ser un deporte que requiere esfuerzo pero es de bajo impacto, es poco probable que la natación genere lesiones o daños en las articulaciones, tendones, ligamentos o huesos. De hecho, en ocasiones, se la recomienda para trabajar las mismas.

La natación también favorece a la salud mental ya que el cerebro libera la serotonina, la dopamina y endorfinas que son responsables del sentimiento de felicidad y bienestar. Así lo detalla Nicolás Guardia, profesor de Educación Física y guardavidas del Natatorio Municipal de Alto Rendimiento Deportivo de Avellaneda, a la Agencia de noticias científicas de la UNQ: “Cuando nuestro cuerpo está duro por alguna emoción negativa, como la frustración, la natación libera hormonas que ayudan al cambio de ánimo. En este sentido, la dopamina regula el metabolismo y libera placer, la serotonina regula las emociones y la endorfina funciona como analgésico. Además, la natación implica cambiar del medio terrestre al acuático lo que favorece la relajación del cuerpo“.

Adecuar la práctica a cada cuerpo

Ahora bien, si presenta tantos beneficios, ¿es la natación el deporte más completo? “No se puede considerar un solo deporte el más completo. La natación es excelente pero sus beneficios dependen de la situación de la persona que la practica”, sostiene el deportólogo del Hospital de Clínicas Jorge Franchella a la Agencia de la UNQ. Y agrega: “Más que decir cuál es el más completo, hay que elegir el más adecuado para nuestra edad, los objetivos y las posibilidades que uno tenga“. No es lo mismo si se realiza como recreación, como un entrenamiento o para cumplir un objetivo de alto rendimiento.

“Por ejemplo, si un chico necesita osificar sus huesos, o un adulto tiene problemas de osteoporosis, la natación no le aumentará la masa ósea, solo la mantendrá. Si tiene una lesión y necesita hacer movimiento, este deporte le va a hacer bien”, ejemplifica. De la misma manera ocurre con el fútbol, los jugadores tienen mucho más trabajadas las piernas que los brazos.

En coincidencia, Guardia subraya que también depende de la frecuencia semanal con la que se practique el deporte: “No es lo mismo practicarlo una vez cada quince días que tres veces por semana, ni es lo mismo hacer 25 metros que 50. A eso se le suma lo que uno busca, porque si buscas trabajar la hipertrofia, es decir que crezcan los músculos, la natación no va a poder ayudarte. Hoy en día, los profesores la recomendamos mucho como terapia de algún tipo de lesión o molestia“.

En esta línea, Franchella recomienda que cada persona realice una preparación individual y a medida según la indicación del médico que tenga o sus objetivos personales y posibilidades. “Incluso con los niños. Para ellos existe la macronatación, que es la iniciación a este deporte y que les enseña la autonomía de respirar. Los chicos copian gestos y movimientos pero recién a los once años aproximadamente comienzan a incorporar la estrategia que implica nadar”.

En definitiva, hacer natación es sumamente beneficioso para el cuerpo y la mente pero es necesario ajustar el entrenamiento según los objetivos del deportista y, si así lo desea, complementarlo con otro deporte para obtener mejores resultados.

 

Por Luciana Mazzini Puga para la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ

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