Por qué es tan difícil salir de la depresión

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

La persona depresiva posee una tendencia muy fuerte a tener una visión negativa respecto a la consideración de si mismo, su futuro y sus experiencias. La persona se ve desgraciada, torpe, enferma, con poca valía. Tiende a atribuir sus experiencias desagradables a un defecto propio, de tipo psíquico, moral o físico.

Es debido a este modo de ver las cosas, que la persona cree, que a causa de estos defectos, es un inútil y que carece de valor. En general, tiende a subestimarse, a criticarse a sí mismo en base a sus defectos, y en consecuencia, también piensa que carece de los atributos que considera esenciales para alcanzar la alegría y la felicidad. La persona depresiva tiene tendencia a interpretar sus experiencias de manera negativa, le parece que el mundo le hace demandas exageradas y le presenta obstáculos insuperables para alcanzar sus objetivos.

Interpreta sus relaciones con el entorno, animado o inanimado, en términos absolutos, de derrota o de frustración. Estas interpretaciones negativas se hacen evidentes cuando se observa, cómo la persona construye las situaciones en una dirección negativa, aún cuando pudiera hacer interpretaciones alternativas más positivas. La persona depresiva puede darse cuenta de que sus interpretaciones negativas iniciales, estaban desviadas, pero puede hacerlo, sólo si se le anima a reflexionar sobre otras explicaciones alternativas menos negativas.

Es decir, que en este sentido, puede llegar a darse cuenta de que estaba tergiversando los hechos, para que se ajustasen a las conclusiones negativas que se había formado de antemano. Respecto de la visión negativa acerca del futuro, podemos decir, que cuando la persona depresiva hace proyectos de gran alcance, está anticipando que sus dificultades o sufrimientos actuales continuarán indefinidamente, y esto es porque espera penas, frustraciones y privaciones interminables.

Hay varios ejemplos, uno es cuando la persona depresiva, piensa en hacerse cargo de una determinada tarea, en un futuro inmediato, inevitablemente sus expectativas son de fracaso. Otro ejemplo es que si la persona piensa erróneamente que va a ser rechazado, va a reaccionar con el mismo efecto negativo, tristeza o enfado por ejemplo, que cuando el rechazo es real, si piensa erróneamente que vive marginado de la sociedad, se va a sentir solo.

Los síntomas de la motivación, por ejemplo, poca fuerza de voluntad, deseos de escape y evitación, etc., también pueden explicarse como consecuencia de los pensamientos negativos. La poca fuerza de voluntad, viene provoca por el pesimismo y por la desesperación, y ahora sí, ya hablamos del paciente, si espera un resultado negativo, no va a poder comprometerse a realizar una determinada tarea.

Los deseos de suicidio pueden entenderse como una expresión extrema del deseo de escapar a lo que parecen ser problemas irresolubles o una situación intolerable. El depresivo puede verse a sí mismo como una carga inútil y en consecuencia puede pensar que sería mejor para todos, incluido el mismo, si estuviese muerto.

La creciente dependencia del depresivo, también se puede entender, puesto que el paciente se ve como inepto y dado que sobrestima la dificultad de las tareas, espera fracasar en todo, y es así que tiende a buscar la ayuda y seguridad en otros que él considera más competentes y capacitados. También en la depresión hay síntomas físicos, generalmente, la apatía y las pocas energías físicas, pueden ser consecuencia de la creencia, del paciente, de que está predestinado a fracasar en todo cuanto se proponga.

El punto de vista negativo hacia todo, y sobre todo del futuro, la sensación de futilidad puede producir una inhibición psicomotriz. En las depresiones mas leves, el paciente, generalmente es capaz de contemplar sus pensamientos negativos con una cierta objetividad. A medida que la depresión se va agravando, el pensamiento del paciente, está cada vez mas dominado por ideas negativas, aunque incluso no exista una conexión lógica entre las situaciones reales y sus interpretaciones negativas. Cuando estas ideas producen distorsiones en la realidad y en consecuencia, errores sistemáticos en el pensamiento del depresivo, éste se ve cada vez más incapacitado para considerar la idea de que sus interpretaciones negativas son erróneas.

En los estados depresivos más graves, el pensamiento del paciente puede llegar a estar totalmente dominado por sus ideas negativas, repetitivas, perseverantes, y puede llegar a encontrar extremadamente difícil concentrarse en estímulos externos, como leer o responder preguntas, o emprender actividades mentales voluntarias, como la solución de problemas o evocar recuerdos.

* Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
Consultas al 4205-0549 155-143-6241

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