Plantas medicinales, del INTA al hogar

Mario Castro, integrante de la Agencia Avellaneda del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, es uno de los técnicos que tiene a cargo los talleres de capacitación gratuitos y abiertos a la comunidad, para el cultivo y uso de plantas con propiedades terapéuticas y curativas.

Mario Antonio Castro es técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) desde hace más de 20 años y desarrolla su trabajo en el área de Pro Huerta de la Agencia de Extensión Rural Avellaneda del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Su trabajo se inició en floricultura, siguió en horticultura y estuvo varios años en el sur, en la producción de bulbos de tulipanes. También participó en el área de tecnologías del Proyecto de Haití, en el que técnicos del INTA viajaron a capacitar personas en el desarrollo de huertas familiares y cría de animales

 

Castro forma parte del equipo que cubre una amplia zona del conurbano, que comprende los municipios de Avellaneda, Quilmes, Lanús, CABA, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría, y tiene su cabecera en Ituzaingo.

 

Hoy, el equipo trabaja dentro de la estructura de Pro Huerta, que apunta a apoyar a los pequeños productores y al desarrollo de huertas familiares para consumo propio. Dentro de esas tareas nació la propuesta de trabajar sobre plantas medicinales, tanto en el reconocimiento de las distintas especies, como en sus propiedades y las aplicaciones de cada una.

“Cada vez que se arman los talleres de huertas o de multiplicación de plantas, surgen consultas sobre las plantas medicinales o malezas, que sirven para la huerta y para la alimentación y algunas que tienen principios activos que se utilizan para preparados de uso medicinales”, explicó Castro acerca de cómo surgió la iniciativa.

“Trabajamos puntualmente en el reconocimiento de las plantas, porque hay una gran confusión muchas veces en su aplicación para uso medicinal, en qué parte de la planta utilizar y cómo hacer un preparado. Venimos haciendo este proyecto con la Cooperativa UST (Unión Solidaria de Trabajadores) en la costa de Sarandí, en Avellaneda. Estamos preparando una lomada grande, de 50 por 8 metros (unos 400 m2), toda de platas medicinales, y cultivándolas para brindar los talleres ahí, que la gente reconozca la planta en su lugar. Además, contamos con un grupo de voluntarios que colaboran para mantener el espacio. La UST trabaja para el CEAMSE y tienen un sector de una quinta agroecológica, en un lugar donde se está recuperando lo que eran las antiguas quintas de vino”, detalló el técnico del INTA.

 

En cuanto a la labor que realizan, Castro explicó: “Desarrollamos varios proyectos, horticultura, frutales, apicultura, tecnologías apropiadas y un sector de aromáticas y medicinales. La difusión se realiza a través de INTA, pero también a partir de la gente que se acerca a la Agencia de Avellaneda. Por otra parte, desde la Municipalidad del distrito también hacemos difusión, ya que con ellos venimos trabajando en las unidades sanitarias, en el área de promoción de salud, donde también se promociona. El mes próximo vamos a dar un taller con algunos preparados y, junto a la secretaria de Salud de Avellaneda, vamos a lanzar un botiquín saludable con plantas medicinales para entregarle a la gente.

 

Consultado sobre los conocimientos que se adquieren en los talleres de plantas medicinales, Castro señaló: “Se aprende a reconocer las plantas en su hábitat, dónde crecen, cómo son, sus formas, sus tipos de hojas, cómo recolectarlas, cómo secarlas y las propiedades que tienen. También hacemos talleres donde enseñamos a preparar cremas para la piel, algún jarabe, tinturas, todo a partir de las plantas. Cada participante se lleva lo que se prepara y por supuesto se reparte entre todos. Muchas personas ya traen algunos conocimientos porque son de provincias u otros países y entonces se intercambia experiencia y saberes sobre distintos cultivos”.

Los talleres del INTA también se brindan en el Vivero Municipal de la localidad de Wilde, ubicado en Fabian Onsari al 1900, casi Camino General Belgrano y allí también funciona una huerta demostrativa, con plantas aromáticas y medicinales.

 

En total son cinco los técnicos que trabajan en el terreno y abarcan los partidos de Quilmes, Avellaneda, CABA, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría y Lanús.

 

“Trabajamos con muchos proyectos e instituciones y no nos quedamos en la agencia de la cual dependemos sino que también vamos a otros municipios y colaboramos entre nosotros. Por otro lado, sumamos a las charlas a médicos veterinarios para que expliquen la cría y el cuidado de algunos animales, como gallinas o conejos, con la idea de ir abordando distintos temas”, sostuvo Castro, quien adelantó que para el año próximo comenzarán a formular los botiquines medicinales y a empezar a entregar los productos a las salas de primeros auxilios y a los promotores de la salud del municipio.

Alfredo Nizmih
en Práctica Pre Profesional
Universidad de Avellaneda

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