Pese a los esfuerzos de Berni, cortaron el puente Pueyrredón y la autopista Dellepiane

Esta mañana, el secretario de Seguridad había impedido piquetes en la Panamericana y la General Paz. Ahora la protesta se trasladó a otros accesos a la Capital. “El que hace un corte es un delincuente”, declaró el funcionario.

La jornada de lucha para reclamar la absolución de un grupo de trabajadores petroleros -sentenciado por la muerte del policía Jorge Sayago durante un reclamo gremial- se trasladó al Puente Pueyrredón y a la autopista Dellepiane, a la altura de Escalada, sentido al Centro.

Pero las protestas se iniciaron esta mañana e incluyeron incidentes. Organizaciones de izquierda que pretendían cortar la Panamericana (altura Ruta 197) chocaron con efectivos de Gendarmería que se acercaron a romper el piquete; tras 20 minutos de tensión, la autovía fue liberada de manera parcial. La intervención generó el aplauso espontáneo de los automovilistas.

La dirigente Vilma Ripoll -presente en la zona del enfrentamiento- señaló: “No hay manera de romper el cerco mediático, salvo que se realicen cortes de calles. Ellos (los gendarmes) estaban desquiciados: tiraron gases y balas de goma. Los pibes se defendieron con un matafuegos”.

Una mirada opuesta tuvo el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados: “Hay que felicitar a los agentes porque permitieron que la gente pueda ir a trabajar. Antes se hablaba de falta de comida, de desocupación y hoy gracias a Dios eso no ocurre. Se ha aplicado la ley, es lo correcto”.

Otro foco de conflicto se registró minutos antes de las 10 de la mañana en Puente Liniers (General Paz y Av. Rivadavia), donde la policía logró desalojar a un grupo de personas que interrumpió la circulación del tránsito en la mano que va hacia el Riachuelo. En este caso no hubo incidentes graves.

El enfrentamiento de Panamericana y lo que sucedió a la altura del barrio de Liniers se dio en el marco de las movilizaciones y los cortes que se realizan a nivel nacional, en repudio al fallo que condenó a reclusión perpetua a Hugo González, Inocencio Cortés y José Rosales; en la misma causa, otros cinco trabajadores recibieron la pena de cinco años de prisión.

Los manifestantes aducen que el proceso judicial fue “fraudulento” porque no hay una sola prueba que incrimine a los condenados. Y aseguran que varios de ellos fueron sometidos a torturas y apremios ilegales antes de declarar.

Al reclamo se sumaron los estatales, que decidieron participar de las diferentes medidas de protesta organizadas para el día de hoy en ocho provincias.

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