El 8 de marzo de 1985 con la finalización de la dictadura cívico militar uruguaya (1973-1985) y luego de permanecer 13 años en cárcel, retomó su actividad política pública y fundó junto a otros/as compañeros/as el Movimiento de Participación Popular (MPP), espacio político con el que integraría el Frente Amplio.
En el desarrollo de su militancia política post dictatorial cobró progresivamente notoriedad social a partir de la cual asumió diferentes posiciones de representación de su pueblo, tanto legislativas (diputado en 1994 y senador en 1999) como ejecutivas (ministro de ganadería, pesca y agricultura en 2005).
En 2009 resultó electo presidente de la República Oriental del Uruguay con el 47,96% de los votos en primera vuelta y el 52,39% en la segunda. Durante el desarrollo de su gobierno se obtuvieron logros en materia económica, de derechos humanos, educativos y civiles entre los que destacan: la disminución en un 12% de la pobreza; se alcanzaron los niveles más bajos de desigualdad del país por medio de aumentos del salario mínimo, la ampliación de la cobertura jubilatoria y el reforzamiento de las asignaciones familiares, pensiones, entre otros; la creación de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), democratizando el acceso a poblaciones que no viven en Montevideo; la sanción de la Ley N°18.987 de interrupción voluntaria del embarazo como reconocimiento al derecho de las mujeres sobre el propio cuerpo y como política de Estado en materia de salud; la promulgación de la Ley N° 19.075 de matrimonio igualitario que posibilitó la unión civil en matrimonio sin importar sexo, orientación sexual o identidad de género; el descenso del desempleo que había comenzado con el primer gobierno del Frente Amplio, alcanzando su mínimo histórico en 5,6%.
Por intermedio de sus acciones, reflexiones y responsabilidades promovió la integración latinoamericana junto a otros y otras referentes/as de la región como vía para el fortalecimiento común de las soberanías nacionales.
En sus reiteradas intervenciones públicas promueve el pensamiento crítico al centrar su palabra en el cuestionamiento de los principales problemas que ponen en jaque a las sociedades actuales como son las crisis ambientales, las dinámicas desenfrenadas del consumo, el desprestigio de la solidaridad como eje ordenador de las sociedades, la concentración de la propiedad de los bienes socialmente producidos, entre otras.
Destaca entre sus exposiciones la noción de comunidad como núcleo de la convivencia pacífica entre pobladores y pobladoras del continente, rescatando la cosmovisión aimara de que “pobre es el que no tiene comunidad”, concepto que extiende el límite de lo físico en tanto espacio y territorialidad a la idea de comunidad de afectos como elemento central en el desarrollo de la vida de las personas.
Como presidente de la República Oriental del Uruguay y durante su extensa militancia política se ha propuesto trascender las generaciones y alcanzar con un mensaje de austeridad, hermandad y afecto la movilización de las pasiones en las juventudes, de modo tal que asuman la tarea de construir sociedades más felices en las que el bienestar del conjunto esté garantizado.
“Pepe” Mujica ha sido distinguido con otros títulos de Doctor Honoris Causa por parte de Universidades extranjeras y locales como la Universidad Nacional de Lanús (2011), la Universidad Nacional de La Plata (2012), la Universidad Nacional de Rosario (2016) y la Universidad Nacional de Villa María (2020).
A su vez, en reiteradas ocasiones fue condecorado con las máximas distinciones honoríficas de distintos pueblos de la región; Orden Nacional al Mérito «Mariscal Francisco Solano López» (Paraguay, 2010); Orden El Sol del Perú (Perú, 2011); Orden Mexicana del Águila Azteca (México, 2014); Orden Nacional del Gran Collar de Ecuador (Ecuador, 2014).
En 2021 recibió, por intermedio del presidente de la República Argentina, la Orden del Libertador General San Martín en grado de Collar, máxima distinción que otorga el Estado argentino a quienes por sus acciones merezcan la gratitud de la Nación.
