“Ésta la encontré de casualidad -explicó-, fue tomada en 1945. Es un niño con su hermanito a la espalda que espera su turno frente al crematorio de Nagasaki tras la bomba. Me conmovió cuando la vi. Pensé, osé escribir solo ‘el fruto de la guerra’ y compartirla porque una imagen semejante conmueve más que mil palabras. Y quise compartirla con ustedes”.
“Sí, realmente tengo miedo. Estamos al límite. Basta un incidente para desencadenar la guerra. A este paso la situación corre el riesgo de precipitarse. Por lo tanto es preciso destruir las armas, trabajar por el desarme nuclear“, dijo Francisco en el vuelo, consultado por una periodista sobre si realmente teme una guerra nuclear.
