Otra vez hay alarma y evacuaciones en Fukushima

Dos de los reactores de la central nuclear japonesa de Fukushima, afectada por el terremoto y tsunami de hace una semana, volvieron a generar humo, lo que generó alarma a la población ya afectada por la contaminación de alimentos y agua en zonas cercanas a la planta.

Una humareda gris comenzó a salir del reactor número 3, el más peligroso por su contenido de plutonio por lo que debieron suspenderse los trabajos para conectar el suministro eléctrico externo y los operarios abandonaron el lugar.

La columna de humo había disminuido hacia la noche de ayer pero también desde el reactor 2 se pudo observar una columna de vapor blanco, informó la agencia local Kyodo.

En ambos casos se desconoce la procedencia del humo, pero la autoridad atómica japonesa descartó que provenga de la pileta para elementos combustibles usados, al tiempo que aseguraron que la radiactividad no había aumentado en forma dramática, según divulgó la agencia DPA.

Los contenedores de seguridad de los reactores 1, 2 y 3 están intactos, mientras las piscinas de agua para refrigerar las barras de combustible de los bloques 3 y 4 se estabilizan, citaron hoy medios estadounidenses a Bill Borchardt, director de operaciones del NRC.

El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena, informó que se registraron altos niveles de radiación también fuera de la zona de evacuación de 20 kilómetros alrededor de Fukushima.

Una medición realizada ayer a 58 kilómetros de Fukushima registró una radiación de 5,7 microsieverts por hora, indicó hoy el organismo.

A ese nivel, en un semana la población estaría expuesta al máximo de radiación anual -excluyendo la radiación natural- que recomienda el organismo para un adulto normal, que es de un 1 milisievert (1000 microsieverts).

No obstante, funcionarios del OIEA dijeron que los valores de radiación declinan y que el nivel no es dañino en decenas de ciudades japonesas, incluyendo Tokio.

Por otro lado, aumentó la preocupación ante la contaminación de alimentos, leche y agua en las zonas cercanas a Fukushima y la empresa operadora, Tepco, apuntó que posiblemente pague una indemnización a los agricultores de la región.

Los altos niveles de radiactividad fueron detectadas en espinacas procedentes de las prefecturas de Tochigi y Gunma por lo que el gobierno japonés prohibió hoy la venta de vegetales y leche en cuatro prefecturas: Fukushima, Ibaraki, Tochigi y Gunma.

En la localidad de Itate, a 30 kilómetros de la planta nuclear afectada, se registró además un nivel de yodo tres veces superior al permitido en el agua de red por lo que la población deberá someterse además a pruebas de radiactividad.

En el agua de mar cercana a la planta de Fukushima se registraron hoy por primera vez altos niveles de yodo radiactivo y cesio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró “muy preocupada” ya que las cosas han cambiado desde la semana pasada”, explicó hoy un portavoz de la organización desde Ginebra.

También el director general del OIEA, Yukiya Amano, advirtió que la situación en Fukushima sigue siendo muy seria, aunque confió en que su país natal superará la crisis.

La autoridad atómica japonesa, NISA, había advertido a la empresa operadora de Fukushima, Tepco, sobre deficiencias en la inspección del equipo de sus plantas.

En Fukushima I, 33 máquinas no fueron revisadas convenientemente pero a pesar de ello, Tepco aseguró que no existía un riesgo para la seguridad.

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