Sus caras son pequeñas. Denotan felicidad pero a la vez ansiedad y nerviosismo por lo que va a pasar. Uno a uno, van subiendo prolija y silenciosamente al escenario y se acomodan entorno a violines, violas, violoncellos y contrabajos. A juzgar por sus edades, que van de los 8 a los 15 años, el hecho de que puedan ejecutar complejas melodías con esos imponentes instrumentos parecería una empresa complicada.

Sin embargo, una tras otra, se suceden armoniosas piezas como “El Himno a la Alegría”, de Beethoven, o “Una pequeña música de verano”, de Mozart. Los aplausos de aprobación y los aplausos del auditorio no se hicieron esperar. Luego del asombro inicial, fueron incresecendo tras cada ejecución. La escena tuvo lugar la semana pasada durante un ensayo. ¿Los protagonistas? Los integrantes la Orquesta Escuela de la UNLa, integrada por 60 chicos en situación de vulnerabilidad social que viven en Lanús Este, quienes el próximo miércoles 21 de noviembre –a las 19- brindarán un concierto en el auditorio municipal Hugo del Carril.

La decisión
La orquesta fue creada por iniciativa de la Rectora, Dra. Ana Jaramillo, con el propósito de cumplir uno de los principales objetivos que propone la Universidad Nacional de Lanús: construir una universidad pública comprometida con la comunidad.

Fue así que, el marco del Ciclo de Licenciatura en Música, dirigido por el maestro Daniel Bozzani, se iniciaron en el año 2006 las gestiones para su concreción.

Las actividades comenzaron en mayo de 2009. Con más de 60 alumnos de entre 8 y 15 años, ensaya en la Escuela Nº 36 “General Belgrano” de Remedios de Escalada Este los miércoles y viernes.

“A través de nuestra orquesta, estos jóvenes músicos han encontrado un nuevo espacio de expresión, identidad y contención”, explica Bozzani. “Se trata de asegurar el acceso a su derecho de acercarse al arte. Porque, a través de él, se sabe, todos podemos mirar la vida de otra manera”, agregó.

Posteriormente, Lucía Patiño Mayer, coordinadora de la orquesta, presentó a los profesores, quienes junto a los chicos dieron una clase muy didáctica sobre las características de cada instrumento y sus respectivos sonidos.

Al final, las pequeñas caras ya no mostraban la ansiedad inicial. Ahora sí, la alegría era absoluta. Sobre todo, después del gran reconocimiento que recibieron por parte del público.