Todo arrancó con la amistad entre dos chicos avellanedenses de 15 años, quienes se conocieron trabajando en el Correo Oficial y, entre charla y charla, los unió la gran pasión que sentían por la música. Y a esa corta edad y con sus primeros sueños como estandarte, Marcelo Giusti y Alejandro Paredes formaron el grupo denominado “Los Mensajeros” (por obvias razones) y, de esa manera, lograron hacer “un poco y sus primeros ruidos”.

Luego, el destino quiso que recorrieran sus vidas por diversos caminos, sin embargo, después de treinta años se reencontraron y -otra vez entre diálogo y diálogo sobre el amor que nunca se esfumó de notas y acordes- decidieron fundar la banda de rock pesado bautizada “Orlok”, precisamente un 14 de enero de 2013 y en Avellaneda.

“Inicialmente el grupo tenía cinco integrantes: Marcelo “El Gringo” Giusti en bajo, Alejandro “El Narigón” Chamorro en guitarra y coros, Diego “El Piojo” Rodríguez en batería, Sebastián “El Siberiano” Paredes en coros y yo, Alejandro “Patta” Paredes en voz principal”, explicó al Diario La Ciudad de Avellaneda, el cantante y uno de los fundadores. Enseguida prosiguió: “Recuerdo que habíamos convocado a “El Piojo” -mi sobrino-, a “El Narigón” y a mi hijo, “El Siberiano”, que por estar siempre con nosotros y sentir nuestra pasión y esfuerzo lo hicimos participar con apenas 15 años”.

Desde su nacimiento, los integrantes de “Orlok” aseguran que su estilo musical “no tiene rótulos”, pero para los que exigen más detalles de su impronta afirman que realizan “rock pesado”, influenciado por “Motorhead”, “Riff”, “Pappo”, “AC/DC”, “Black Sabbath”, “Ozzy Osboune”, “El Flaco” Spinetta y “Patricio Rey y los redonditos de Ricota”, entre otros. “Logramos una linda mezcla y tratamos que sea lo más prolija y profesional posible. Al público le gusta mucho y nos hacen saber. Estamos muy contentos por todo lo logrado desde un principio hasta ahora”, aseguró Marcelo, el bajista y fana del Rojo.

No obstante, los pormenores se hicieron sentir en un comienzo, ya que cuando la banda estaba lista para debutar se retiró del grupo “El Piojo” y en su lugar se hizo cargo de la batería “El Siberiano”, quedando así un cuarteto. “Con esa formación, la banda salió a los escenarios y lo hicimos hasta mediados de este año que volvimos a ser un quinteto por la incorporación del gran músico Daniel “El Chino” Ánido en guitarra rítmica”, explicó “Patta”.

“Nuestro debut fue siendo telonero de Miguel Roldan, ex V8, en el bar metalero Red Bell (CABA). Fue una experiencia increíble por la repercusión de la gente, el lugar donde nos presentamos y porque quedamos muy satisfechos con nuestra actuación y, de esa manera, nos reafirmamos que esto es lo que pretendíamos para nuestra vida musical”, contó “El Seberiano”.

Mientras que “El Narigón” añadió: “Desde ahí se nos abrieron muchas puertas y pudimos tocar en gran parte de Capital Federal y Zona Sur. Especialmente fueron muy importantes las tres presentaciones en “Mitos Argentinos” (San Telmo) y en varios festivales de “Metal” donde fuimos invitados”.

Por su parte, en sus cuatro años de vida, “Orlok” ya grabó algunos demos y hasta un vídeo clips; pero la gran meta para el año que viene es grabar su añorado disco. “Estamos muy enfocado en eso, laburando en todo lo referido al tema para hacer algo muy delicado y correcto. Estamos seguros que lo lograremos y que gustará mucho”, aseguró “El Gringo”.
Los temas que realiza la banda son propios, siendo “Patta” Paredes el creador de las letras y Chamorro el encargado de musicalizarlas. Ellos lo definen así: “Por lo general, las canciones que realizamos son un tanto oscuras y hablan de estados de ánimo y mentales”.

Además, el quinteto informó que este año “estuvo muy movido” y que estos últimos meses no se quedarán atrás ya que tienen fechas programadas para presentarse en Wilde, Quilmes, Remedios de Escalada, en la Zona del Oeste y, como broche de oro, el 29 de diciembre cerrarán como banda principal el festival “Greison Rock”; previamente haciendo un acústico y entrevista en la radio Canning.

Por otro lado, “Patta” no quiso dejar de destacar que “Orlok” siempre ensayó en su querida Avellaneda y cada encuentro, ya sea para compartir un asado o un brindis con amigos, siempre es ahí, en su lugar.