Obama no logró el acuerdo para aprobar el presupuesto, a horas de quedarse sin fondos

El presidente estadounidense, Barack Obama, continúa aún sin poder lograr un acuerdo entre los republicanos y demócratas del Congreso para aprobar el presupuesto y así evitar que este sábado el gobierno quede sin fondos para operar.

Ayer al mediodía, Obama volvió a convocar sin resultado al presidente de la Cámara baja, el republicano John Boehner y al líder del Senado, Harry Reid, para buscar un punto en común entre las divisiones generadas por la aprobación del presupuesto.

El vigente vence hoy y sin acuerdo el gobierno queda sin presupuesto a partir del sábado, porque los demócratas no aprobarán un proyecto de ley de los republicanos para extenderlo por una semana.

Según informó Reid al salir del encuentro en la Casa Blanca, tras no haber arribado a una solución satisfactoria para ambos partidos.

Si bien dijo estar “decepcionado” de no haber encontrado un acuerdo aún, Reid buscó acortar distancias al asegurar que aunque “no es fácil” alcanzarlo, “es factible”.

En la mañana, el líder de la mayoría en la Cámara alta había dicho que las partes están “muy cerca en los números”, pero que “lo único” que está dificultando un acuerdo “es la ideología” republicana.

La oposición, con una fuerte presencia del movimiento ultraconsevador Tea Party, busca presionar al líder de la Casa Blanca y le exige recortes más profundos, a sabiendas de que será el conjunto de la economía la que sufra las consecuencias si no se cuenta con la liquidez suficiente para mantener en funcionamiento el Estado.

Durante la sesión de ayer, la Cámara baja de mayoría republicana aprobó un proyecto de ley para extender el presupuesto por una semana más. Sin embargo, a pesar de que el proyecto daría fondos al Departamento de Defensa hasta el cierre de este año fiscal en septiembre, reduciría a su vez 12 mil millones de dólares de programas discrecionales, por lo que los demócratas advirtieron que el Senado no lo aprobará y que el presidente Obama, de llegar a su escritorio lo vetará.

“Nuestro objetivo es reducir el gasto con el fin de llevar a un mejor entorno para la creación de empleo en Estados Unidos. Y creo que es importante aprovechar este momento y lograr el mayor recorte de gastos posible que va a ayudar a nuestra economía”, aseveró Boehner tras pedirle a Obama que firme el proyecto de ley.

De no obtener una negociación por el presupuesto antes de la medianoche del viernes, cerca de 800 mil empleados públicos podrían quedarse sin empleo, mientras que varias oficinas del Estado podrían ver dificultado su trabajo, así como otros programas apoyados por el gobierno.

La última vez que ocurrió esto, fue a finales de 1995 cuando bajo la administración de Bill Clinton y con una Cámara baja liderada por el republicano Newt Gingrich, el gobierno quedó sin presupuesto en dos oportunidades (primero por 5 días y luego 21 días).

Esta semana, Clinton aseguró que bajo el escenario actual el cierre del gobierno no tendrá el efecto “traumático” para la economía que tuvo cuando ocurrió el cierre de su gobierno, mientras que por el contrario podría “lastimar” a los republicanos si los demócratas quedan como aquellos que tienen una propuesta razonable.

Una reciente encuesta realizada por Gallup reveló que el 58 por ciento de los estadounidenses está de acuerdo con que los líderes que comparten su visión sobre el presupuesto lleguen a un acuerdo mutuo y eviten el cierre del gobierno, aún si aprueban un presupuesto con el que no estén de acuerdo, mientras que el 33 por ciento opinó lo contrario.

Obama advirtió ayer que “una paralización podría tener un verdadero efecto en los estadounidenses comunes y corrientes” siendo que serán miles de trabajadores quienes podrían verse afectados si no concretan el nuevo presupuesto.

“Dadas las discrepancias relativamente menores en cuanto a cifras entre los dos partidos”, concluyó, “sería imperdonable no lograrlo”.

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