Obama calificó al ataque como “extremismo local”

El presidente de EEUU calificó este lunes a la masacre de Orlando, en la que el domingo murieron 49 personas cuando una estadounidense de origen afgano abrió fuego en una discoteca gay, como “un claro ejemplo del extremismo local”.

En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca y luego de reunirse con el director del FBI James Comey y Jeh Johnson de la oficina de Seguridad Nacional, Obama aseguró que “todavía no han encontrado pruebas de que actuara dirigido por un grupo terrorista”.

 
Obama precisó que las investigaciones, centradas en el ataque como “un acto de terrorismo”, aún no han determinado cuáles fueron las motivaciones del agresor, Omar Mateen, pero dijo que según los datos recabados se trata de un caso de “terrorismo doméstico”.

Según dijo el FBI, Mateen juró lealtad al grupo Estado Islámico (EI) durante una llamada a la policía antes del ataque, en el que otras 53 personas resultaron heridas, El agresor fue luego muerto por los agentes.

El EI, que luchar por instaurar un califato en Irak y Siria, reivindicó la matanza y calificó a su autor como un “soldado del califato”.

 

“El tiroteador estaba inspirado por información muy extremista a través de internet”, aseguró Obama en una rueda de prensa en el Salón Oval, en la que comparó la situación con lo ocurrido en San Bernardino (California) a finales del pasado año, cuando una pareja acabó con la vida de 14 personas e hirió a otras 22. Esta pareja también juró lealtad al EI.

“En este punto, no vemos una evidencia clara de que el atacante haya sido dirigido externamente”, dijo el mandatario norteamericano y agregó que “no hay evidencia directa que haya sido parte de un plan de mayor escala”, informó la agencia de noticias EFE.

“Aunque luchemos contra el EI y otras organizaciones extremistas en el extranjero, e interrumpamos complots (terroristas), uno de los mayores retos que vamos a tener es esta propaganda que le llega a individuos que terminan motivados para entrar en acción”, consideró.

 

En este sentido, Obama mostró su preocupación por el problema añadido de que estas personas radicalizadas tengan “un acceso fácil” a “armas muy poderosas”, como las empleadas por el autor de la matanza.

“Pensamos que es terrorismo e ignoramos el problema que tenemos con las armas. Tenemos que ir tras las organizaciones terroristas y extremistas, pero también tenemos que asegurarnos de que a esta gente no le resulta fácil obtener este tipo de armas”, remarcó.

En esa línea, el mandatario indicó que Mateen obtuvo las armas de manera legal, ya que no tenía ningún tipo de historial criminal. “Lo fácil que sea o no obtener este tipo de armas marcará la diferencia en este tipo de casos. No importa la motivación”, reiteró.

Mateen utilizó un arma corta y un rifle de asalto AR-15, el mismo usado en las matanzas de San Bernardino (2015) y de la escuela Sandy Hook (2012), en la que murieron una veintena de niños y seis adultos.

En este contexto, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo este lunes en su rueda de prensa diaria que Obama estaba cada vez más “frustrado” con el Congreso por la ausencia de medidas legislativas “de sentido común” para controlar la venta y posesión de armas de fuego.

“Hay ciertas cosas de sentido común que el Congreso podría hacer que harían más difícil para cualquier individuo tener en sus manos un arma de guerra”, comentó Earnest en su rueda de prensa diaria.

Tras la matanza de Orlando, Obama ha vuelto a insistir en la necesidad de endurecer las leyes sobre las armas de fuego y advirtió el domingo al Congreso que “no hacer nada” al respecto “es también una decisión”.

El rifle de asalto AR-15 usado por Mateen es “un arma de guerra”, declaró Earnest al agregar que Obama está a favor de restablecer la prohibición sobre la venta de armas de asalto.

“El presidente ha estado bastante frustrado, y en algunos casos incluso enfadado, por la inacción del Congreso”, insistió el portavoz.

Earnest sostuvo que Obama cree que hay medidas “de sentido común”, apoyadas por la mayoría de los ciudadanos y también por los propietarios de armas, que el Congreso puede tomar para que las comunidades de todo el país estén “un poco más seguras”.

Y reiteró que Obama no hará campaña ni recaudará fondos para los candidatos demócratas al Congreso que no apoyan leyes más estrictas para el control de las armas de fuego.

Ante la inacción del Congreso, Obama ha presentado este año varias medidas ejecutivas en busca de un mayor control de las armas.

En enero pasado, visiblemente emocionado y entre lágrimas cuando recordó a los 20 niños asesinados en el tiroteo en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), Obama anunció un plan ejecutivo cuya pieza principal es una nueva regulación para ampliar la verificación de antecedentes de aquellos que compran un arma.

Además, instruyó a los departamentos de Defensa, Justicia y Seguridad Nacional elaborar una estrategia para acelerar el desarrollo de tecnología asociada a las llamadas “armas inteligentes” o personalizadas, que son más seguras porque solamente las puede disparar el propietario o una persona autorizada.

Por otro lado, Obama ha pedido que los registros federales de salud mental sobre las personas que tienen prohibido comprar un arma sean compartidos con el sistema de verificación de antecedentes penales.

En 2013, tras lo ocurrido en Sandy Hook y otros tiroteos, Obama trató de presionar al Congreso para sacar adelante leyes para el control de la venta de armas de fuego, pero los legisladores ni siquiera aprobaron la propuesta que generaba más consenso y que buscaba implantar un sistema universal de verificación de antecedentes de los compradores.

Este lunes, Earnest dijo que no prevé un anuncio “inminente” del presidente acerca de más medidas ejecutivas sobre el control de las armas, pero no descartó nuevas iniciativas en el futuro.

De acuerdo con la Casa Blanca, cada año en Estados Unidos las armas de fuego causan más de 30.000 muertes en accidentes, tiroteos, casos de violencia doméstica y suicidios.

noticias relacionadas