Como preparación al gran jubileo del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, a celebrarse en octubre de 2014, el Símbolo del Padre inició una peregrinación mundial el 8 de julio de 2009 que culminará el 18 de octubre de 2014.
Partió desde el Santuario original de Schoenstatt, en Alemania, para visitar todas las Familias schoenstattianas nacionales.

Este símbolo, que nos recuerda el cuidado amoroso y la conducción de Dios Padre, llegó a nuestro país el pasado 3 de enero, procedente de Brasil, a la ciudad de Oberá, Misiones.

Desde entonces está visitando nuestro país y hoy, 15 de febrero llega a la Diócesis de Avellaneda – Lanús, a la Capilla «Mater  Ter Admirabilis» (Talcahuano 2667, entre Balbín y Paso de la Patria, Valentín Alsina)

Programa de actividades
Miércoles 15 – 20:00 hrs. Celebración de la Santa Misa / Alianzas de Amor / Adoración del Santísimo y exposición del Símbolo del Padre.

Jueves 16 – 10:00 a 11:00 hrs. Visita Radio María. Programa radial transmitido en FM 90.7 Mhz.18:00 a 20:00 hrs. Visita Catedral de Avellaneda Lanús (19:00 hrs. Santa Misa).

Viernes 17 – 16:30 a 17:00 hs Visita el Oratorio de plaza Juan Manuel de Rosas (Deán Funes esquina Moreno, Lanús Oeste). 17:15 a 18:00 hrs. Visita la Parroquia Santa Faz (Enrique Fernández 1918, Lanús Oeste). 18:30 hrs. Visita el Santuario de San Cayetano Lanús este 20:00 Capilla Mater Ter Admirabilis.

El P. Maximiliano Bartel celebrará la Santa Misa con la entrega del Símbolo del Padre a la Diócesis de La Plata, donde continuará su peregrinación.

Símbolo del Padre
El 15 de octubre de 1967 el Padre Kentenich regaló este Símbolo del Padre a la familia de Schoenstatt de la diócesis de Trier, para guardarlo en representación de toda la familia. Tan sólo un año más tarde comenzó una peregrinación mundial imprevista: tras el fallecimiento del Padre Kentenich visitó los países que tanto tiempo habían estado esperando la visita personal del sacerdote. Después de algunos años de peregrinar regresó a Schoenstatt donde quedó en custodia del Padre Heinz Künster, sacerdote de la Federación, como herencia preciosa del Padre Fundador. «Que este símbolo ayude a que la conducción divina nos entusiasme para que entremos en contacto vital entre nosotros y surja una corriente de vida que podamos introducir en la Iglesia en el año jubilar», dijo el P. Heinrich Walter al momento de esta nueva peregrinación mundial.