Mons. Margni: ‘Me siento invitado por Dios a ser, en medio de ustedes, testigo de esperanza’
En su Carta Pastoral de Adviento, el obispo de Avellaneda-Lanús invita a la comunidad diocesana “a renovar la esperanza durante este tiempo litúrgico que iniciamos”.
En su Carta Pastoral de Adviento, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni, anima a vivir juntos este tiempo litúrgico “como un tiempo fuerte de preparación”.
“¡Qué bien nos hace volver a experimentar en el corazón cuánto nos ama Dios! Tal vez, al hacer un balance del año vivido, podamos volver a descubrir cómo Dios estuvo presente en nuestras vidas de muchas maneras, y eso nos haga volver a agradecerle por su cuidado paterno por nosotros. A su vez, esta experiencia fundante de la fe nos abre a la confianza de que, en el futuro, Dios seguirá manifestando su amor, que es fiel y providente, que no cambia ni defrauda”, asegura.
Sin embargo, el obispo de Avellaneda-Lanús destaca que “esta esperanza no es ingenua. De hecho, les acerco estas palabras terminando un año que ha sido muy difícil para muchos de nosotros. La profunda crisis económica y social que vivimos no ha dejado a nadie indemne, y la multiplicación de la pobreza, con el empobrecimiento de la prestación de algunos servicios básicos, ha hecho que la vida de la mayoría de nosotros se complique, incluso, excesivamente. Tampoco el panorama mundial pareciera ser promisorio, cuando las guerras y la violencia siguen multiplicándose por todas partes y cobrándose tantas vidas inocentes”.
“¿Se puede seguir esperando en un contexto así?”, se pregunta, y responde: “Este tiempo de tribulación es también tiempo de ejercitar la esperanza. El Adviento, especialmente, nos recuerda que Dios mismo viene a intervenir en favor de su pueblo, y que inaugurará un tiempo de paz y de justicia duradero”.
A su vez, asegura: “Me siento invitado por Dios a ser, en medio de ustedes, testigo de esperanza. De hecho, este año pude acercarme a muchos de ustedes en las distintas visitas pastorales a las comunidades. Como obispo, padre y hermano, veo en ustedes, en nuestras comunidades, ya algunos gérmenes de vida que me llenan de esperanza. Son ustedes, hermanas y hermanos míos, un hermoso fruto que me alegra poder presentar al Salvador que viene. ¡Gracias, también, por ser el aceite para que la lámpara de mi esperanza se mantenga encendida y siga dando luz!”
Por eso, invita a la comunidad diocesana “a renovar la esperanza durante este Adviento que iniciamos. No quiero pedirles nada nuevo, sino renovar la invitación que les hiciera en las orientaciones pastorales del año pasado”.
“Que cualquiera que se acerque a nuestras comunidades pueda descubrir cuánto Dios lo ama a través del amor que ustedes se tienen”, anima, y añade: “Sigamos conmoviéndonos con el dolor de los más necesitados, pero transformemos eso en ocasión para una caridad renovada y creativa, fuente de esperanza”, aunque destaca: “Sé bien que mucho de esto que los invito a vivir ya lo están realizando con esmerada entrega”.
Monseñor Margni concluye su carta pastoral dirigiendo nuevamente la mirada al ya cercano Año Santo, que se iniciará en la Iglesia al final del camino de Adviento, cuando se abra la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro: “En nuestra diócesis, quiero convocarlos a todos a la apertura del Jubileo que, en comunión con todas las Iglesias particulares del mundo y siguiendo la invitación del Papa Francisco, viviremos el domingo 29 de diciembre, encontrándonos a las 19 en la capilla del Colegio María Auxiliadora para, desde allí, peregrinar juntos, como Iglesia diocesana, hacia nuestra catedral, donde celebraremos la misa de apertura”.
“Será una oportunidad para todos nosotros, Pueblo de Dios que peregrina en Avellaneda-Lanús, de ser signo del camino de esperanza que une a los creyentes y que es testimonio para el mundo. Que María, Madre de la esperanza, dé a luz un nuevo tiempo de Dios entre nosotros”.