Mons. Margni animó a ser instrumentos de paz y solidaridad

El obispo de Avellaneda-Lanús dirigió un mensaje a la comunidad con motivo de la 58° Jornada Mundial de la Paz e hizo un llamado a fortalecer y multiplicar las iniciativas en favor de los más débiles.

Mensaje de monseñor Margni para la Jornada Mundial de la Paz

En unión con todos los cristianos del mundo, la diócesis de Avellaneda-Lanús celebró el 1° de enero la 58ª Jornada Mundial de la Paz, con el lema “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”

“En nuestras periferias pobres de Avellaneda-Lanús, bien sabemos que la paz no es solo una utopía, sino una necesidad concreta. Sabemos que la violencia, la inseguridad y la pobreza son realidades que afectan a muchas familias y comunidades”, expresó el obispo, monseñor Marcelo Margni.

Y prosiguió: “Pero también sabemos que hay un gran tesoro en el corazón de nuestro pueblo, una riqueza que se encuentra en la solidaridad, la generosidad y la fe de nuestros hermanos y hermanas, que es capaz de sanar el odio”.

Por eso, animó a en renovar el compromiso por la paz en la comunidad diocesana durante el Año Santo: “Queremos caminar juntos como Iglesia sinodal, sembrando reconciliación, justicia y amor en un mundo que tanto lo necesita. Queremos comprometernos a trabajar por la justicia y la paz en nuestras comunidades, especialmente en las periferias pobres de Avellaneda y de Lanús. Queremos trabajar para que todas las personas tengan acceso a la educación, la salud y el trabajo digno, y para que las familias puedan vivir con dignidad y seguridad”, enumeró.

Asimismo, planteó que “queremos hacerlo ofreciendo todo nuestro potencial evangelizador, desde nuestra identidad creyente, buscando que cada persona pueda sentirse llamada a una vida nueva”.

“Al empezar este nuevo año, pidamos al Señor que nos guíe en nuestro camino de fe, que nos dé la fuerza y la sabiduría para trabajar juntos por la paz, y que nos ayude a construir una sociedad más humana”, alentó.

Luego, llamó a dejar “que la Virgen, Madre de la esperanza, nos ayude a vivir en este espíritu. Que podamos convertirnos en peregrinos de la esperanza y vivir este Año Santo como un tiempo fuerte de misericordia”.

En este sentido, animó como pastor a que, en cada comunidad, el Jubileo sea la oportunidad de fortalecer y multiplicar las iniciativas en favor de los más débiles. “Que podamos ser instrumentos de esta paz y de esta solidaridad en nuestras comunidades de Avellaneda-Lanús”, concluyó.+

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