Miles de personas marcharon por los desaparecidos en Uruguay y criticaron a la Corte Suprema

En una nueva edición de la Marcha del Silencio que se realiza todos los días 20 de mayo, unas 30.000 personas -entre las que abundaron jóvenes y figuras del Frente Amplio gobernante- transitaron 16 cuadras de la céntrica avenida 18 de Julio.

La marcha fue por el centro de Montevideo bajo la consigna “En mi patria no hay justicia, ¿quiénes son los responsables?” y terminaron la demostración con un cacerolazo frente a la sede de la Suprema Corte de Justicia, a la que criticaron por haberse negado a seguir investigando los crímenes cometidos durante la última dictadura.

La multitud recorrió las primeras 10 cuadras en completo silencio y durante la última parte del trayecto se mencionaba por su nombre a cada uno de los poco más de 200 desaparecidos durante la dictadura de 1973-85 y los manifestantes respondían: “Presente”.

Al llegar a la plaza Libertad, la muchedumbre entonó el Himno Nacional y luego unas 600 personas siguieron hasta la sede de la Suprema Corte, donde acompañaron el cacerolazo con la consigna “Se va a acabar, / se va a acabar, / la impunidad en Uruguay”.

Las entidades organizadoras insistieron en que se avanzó poco en “el esclarecimiento de lo ocurrido” y renovaron su reclamo en favor de que “la verdad, la memoria y la justicia sean una realidad”.

Este año llegaron al máximo las tensiones con la Corte, luego de los cruces entre el gobierno del presidente José Mujica y el tribunal por la negativa de éste a seguir investigando los crímenes cometidos en la dictadura.

Ignacio Errandonea, de la organización Familiares de Desaparecidos, lamentó en una conferencia de prensa que en Uruguay exista “una cultura de la impunidad” y cargó las tintas sobre la Corte por el fallo que en febrero declaró inconstitucional la Ley Interpretativa de la Ley de Caducidad, de octubre del 2011, que permitía juzgar a violadores de derechos humanos.

Para Macarena Gelman, nieta del poeta argentino Juan Gelman, “sin duda” el foco de esta nueva edición de la marcha está en el accionar de todo el sistema judicial como tal, “más allá de los operadores individuales”, porque “desde la dictadura hasta ahora, la Justicia no ha hecho un papel acorde al espíritu democrático del país”.

La nieta recuperada habló durante un homenaje a los diputados Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, desaparecidos y asesinados en Buenos Aires el 20 de mayo de 1976, y en recuerdo de quienes se realiza la movilización en esta fecha.

Oscar Urtazum, integrante del Comité de Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, explicó a Télam que la consigna de la convocatoria tiene implícitas las críticas “a la situación que atraviesa la Justicia en el país”.
“Está fresco el fallo de la Suprema Corte y toda esta farándula jurídica”, denunció.

En Uruguay está vigente desde 1986 la Ley de Caducidad, que otorga impunidad a los crímenes cometidos entre 1973 y 1985, y que fue ratificada por la vía del plebiscito dos veces, en 1989 y en 2009.

Sin embargo, hubo intentos por derogarla a través del Parlamento, que también fracasaron porque la Ley Interpretativa fue declarada inconstitucional por la Corte en febrero.

La Marcha del Silencio se hace cada 20 de mayo, en recuerdo del asesinato en esa fecha de 1976 de Michelini y Gutiérrez Ruiz, y de los militantes tupamaros Rosario Barredo y William Whitelaw, quienes fueron secuestrados en Buenos Aires antes de ser ultimados.

“A pocos días de la muerte de (el exdictador argentino Jorge Rafael) Videla, se conmemora hoy la fecha emblemática del asesinato de los legisladores uruguayos y los militantes políticos (Rosario) Barredo y (William) Whitelaw”, dijo a Télam el exembajador uruguayo en la Argentina Juan Raúl Ferreira.

“Año a año, el Uruguay conmemora esta fecha recordando en ellos tantos uruguayos asesinados acá y en la Argentina, y a los compatriotas desaparecidos en uno u otro margen del Plata, y de cuya suerte no hemos sabido hasta hoy”, agregó.

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