Mena Máscolo, la vecina que cumplió 100 años y dejó huellas en toda Avellaneda

Soplar la velita ¡número 100! es un mérito que pocas personas portan. Y el 3 de enero pasado, la querida vecina Filomena Máscolo tuvo ese inmenso privilegio y, entre emoción y felicidad, compartió parte de su historia al Diario La Ciudad de Avellaneda.

Mena –como la conocen todos- llegó a la Argentina de su Italia natal junto con su mamá (su padre ya se encontraba acá) a los 8 años y desde un primer momento optaron por Avellaneda para instalarse definitivamente; más precisamente en una casita frente a la Estación Avellaneda.

“Recuerdo que las calles eran todas de adoquines y siempre pasaban las vacas que las arreaban hacia el tradicional frigorífico La Negra, que estaba ubicado en el comienzo de la ex Avenida Pavón (donde en 1986 se montó el Shopping Sur, el primero del país, y en 1997 se instaló Carrefour)”, rememoró la centenaria.

Además, recuerda que en ese tiempo –hace referencia a 1930- viajaba en los tranvías donde “había que subir una escalera muy larga” y que las casas siempre estaban con
todas las puertas abiertas y “los vecinos compartían el mate y siempre existía un clima de compañerismo y camaradería”.

Máscolo, una marca registrada en el Partido

Mena se casó hace 63 años con Genaro Máscolo (quien falleció a los 49 años) y juntos eran dueños de la reconocida florería “Máscolo”, que actualmente sigue funcionando. “Me acuerdo que tenía una hermosa relación con todos los clientes y que se armaban colas y colas para comprar los ramos gigantes y llamativos que preparábamos”, contó.

Hoy, el negocio lo lleva adelante uno de sus hijos, un nieto y hasta un bisnieto. “Ya es la cuarta generación que está al frente del local”, informó orgullosa.

 

Otras facetas
La capricorniana también tenía otros oficios o labores, los cuales le apasionaban mucho. Por ejemplo, ser escritora. “Desde los 8 o 9 años me dedicaba a escribir.
Todavía conservo muchos textos y poesías que hice a lo largo de mi vida y hasta publiqué un libro”, afirmó.

Por otro lado, Mena también realizó innumerables trabajos de beneficencia en diversas instituciones o lugares de su Ciudad. Entre varios, uno fue para el sector de cardiología del Hospital Fiorito, donde aseguró que consiguió “de todo”: “Logré que nos donaran puertas, ventanas y diversas cosas que faltaban o que estaban en mal estado”.

Y otro sitio que recibió la gran ayuda de Filomena fue el Cottolengo Don Orione de Avellaneda. “Una vez, me acuerdo que entre varias amigas preparamos y conseguimos una cantidad muy importante de alimentos para donarles para unas fiestas. Tal fue así, que la Madre Superiora me abrazó muy fuerte y me decía que con todo eso, directamente tenían comida para todo el año”, recordó risueña.

Familia y añoranzas
Filomena tiene 3 hijos, 14 nietos y 20 biscnietos y está “muy feliz y orgullosa” de la familia que formó y que además, se siente muy querida por ellos: “Siempre agradezco de tenerlos y también digo que somos tantos que con mi familia sola puedo llenar la Plaza Alsina (risas)”

Por su parte, Máscolo extraña mucho la época que los chicos jugaban en la calle y los hogares no tenían rejas “ni nada de eso”. “Me duele la inseguridad que hay actualmente. Es una lástima porque sé que mis nietos y bisnietos nunca van a vivir esos momentos que disfruté yo”, señaló con cierta resignación. Enseguida agregó: “La verdad que tuve una vida divina y en lo único que me arrepiento es de no haber hecho más cosas; la verdad que no me dio el tiempo (carcajadas)”.

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