Máximo Kirchner convocó a una reunión del PJ bonaerense para ratificar apoyo a CFK

En el peronismo K se empiezan a debatir posibles fechas para una movilización masiva en defensa de la vicepresidenta, que enfrenta una dura acusación y pedido de condena por la causa Vialidad. Quieren aprovechar “el despertar” de la militancia para ganar la calle.

El presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner convocó este miércoles de urgencia a una reunión en la sede partidaria de La Plata para consensuar una línea política común de respaldo a la figura de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el marco de la causa Vialidad por la cual se encuentra procesada.

En la audiencia del lunes pasado, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron para la ex presidenta una pena de prisión de 12 años y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, en un alegato por el que le atribuyeron los delitos de asociación ilícita y defraudación al Estado.

Mientras en las filas oficialistas se debate cuál será la fecha en que todos los sectores del peronismo, centrales obreras, movimientos sociales y fuerzas de centroizquierda afines al kirchnerismo saldrán masivamente a las calles para marchar en defensa de la vicepresidenta y en contra del “lawfare”, el líder de La Cámpora busca tomar la delantera en la discusión para empezar a organizar la resistencia a la ofensiva judicial contra su madre.

El PJ bonaerense ya había emitido un comunicado oficial en “solidaridad con la compañera vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y expresa su repudio por la utilización de uno de los tres poderes del Estado, el Judicial, para la persecución de dirigentes políticos y sociales”.

“Hay que organizarse, ya no alcanza con un Twitter”, manifestó hoy el ministro de Justicia bonaerense y consejero del PJ bonaerense por la Octava sección electoral, Julio Alak, antes de participar de la jura del nuevo ministro de Trabajo bonaerense, el sindicalista de la Corriente Federal de Trabajadores Walter Correa.

En el Teatro Metro de La Plata, donde tuvo lugar la convocatoria, el cántico “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar” (un clásico que en estos días volvió a cobrar muchísimo impulso y actualidad) brotó desde todo el auditorio de forma espontánea, lo que marca el clima de agitación y adrenalina que existe especialmente en el kirchnerismo por los últimos acontecimientos en el juicio contra “la Jefa” del movimiento.

Fue la senadora nacional ultrakirchnerista Juliana Di Tullio quien sinceró que ya se está conversando informalmente sobre la fecha de convocatoria, y una de las alternativas que surge con más fuerza es la del Día de la Lealtad, fecha de alto contenido simbólico para el peronismo porque conmemora la liberación del entonces coronel Juan Domingo Perón en el marco de la multitudinaria y espontánea movilización obrera ocurrida el 17 de octubre de 1945.

Quienes alientan esta fecha para colmar la Plaza de Mayo y las principales arterias del centro porteño argumentan que existe un paralelismo histórico que une las circunstancias vividas por Perón, quien en aquel 1945 estaba detenido en la Isla Martín García, con la de la dos veces ex presidenta Cristina Kirchner, a quien consideran víctima de una operación del ariete judicial con sus apoyos mediáticos, políticos y económicos para asediarla, estigmatizarla ante la sociedad y, en el peor de los escenarios, meterla tras las rejas.

Pero también hay voces más cautas que prefieren esperar a que el tribunal de lectura de la sentencia en diciembre. Para los primeros, esa fecha ya sería demasiado tarde. El dilema, en este sentido, en cómo utilizar el músculo y la épica militante que revivieron en los últimos días después de varios años de adormecimiento, de modo tal de empoderar al kirchnerismo en la disputa política.

En el entorno de Cristina Kirchner están convencidos de que “la condena ya firmada” que el tribunal va a dar a conocer tiene motivaciones políticas y no jurídicas, en una suerte de revanchismo histórico para “disciplinar” a la clase política y que ésta no repita la experiencia kirchnerista, a la que le adjudican haber enfrentado intereses que para el establishment no debían haberse tocado jamás.

Como sea, existe -en palabras del ministro bonaerense y secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque- “un despertar de miles y miles de compañeros y compañeras de militantes y no tan militantes que no tienen una militancia tan orgánica pero se sienten convocados no a defender a Cristina, sino a defender al peronismo y a la democracia por esta situación que se está atravesando”.

“Por las comunicaciones que estamos teniendo con compañeros de todo el país, se irán generando encuentros, plenarios, reuniones y seguramente eso irá confluyendo en alguna cosa de mayor magnitud que no sabemos ni cuándo, ni dónde será. Pero el espíritu está latente para que se genere”, se entusiasmó.

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