Desde el año 1956, Matafuegos Torcel, es una empresa dedicada a la provisión de elementos de protección personal, contra incendios y servicios de mantenimiento de equipos de lucha contra incendios.

Los hermanos Leonardo y Vanesa Celiz, ambos vecinos de Avellaneda, continúan en la actualidad con el importante legado dejado por su abuelo Ernesto Ricardo Celiz, fundador de la reconocida empresa.

Ubicado en la calle Supisiche 196, de la localidad de Sarandí, Matafuegos Torcel, es un comercio comprometido con la prevención y la seguridad, donde se puede encontrar una importante variedad de matafuegos para el automotor, hogar, industria, comercio y consorcios.

Asimismo, en las amplias instalaciones de su local comercial, cuenta con un variado stock de elementos para la protección personal, como cascos, calzados, guantes, protectores lumbares, protectores audífonos, protectores respiratorios, indumentaria especial y botiquines, entre otros artículos.

Además, en lo que se refiere a señalización industrial y vehicular, Matafuegos Torcel ofrece carteles de información, conos, cadenas, cintas viales (3M) y todos los productos necesarios.

La firma cuenta con un servicio especial de asesoramiento a comercios e industrias y mantenimiento para empresas y consorcios en materia de seguridad e Higiene.

“Lo importante de tener un matafuego portátil es minimizar el riesgo que pueda generar un principio de incendio. Es para usarlo en el primer momento y evitar un daño más grande”, explicó Leonardo Celiz, quien también es integrante del cuerpo de Bomberos de Sarandí.

“Hay siete clases de matafuegos o extintores. Depende el riesgo de incendio y el lugar que haya que proteger, es el tipo de matafuego que se utiliza. Hay uno general, que es el comodín que sirve para todo y después hay otros tipos que son más específicos”, completó.

Tal como indicó el especialista, para que el matafuego se encuentre en condiciones operativas, hay que practicarle una revisión anual, mientras que los destinados a comercios, industrias y edificios llevan un control trimestral.

En cuanto a los contenidos de los matafuegos, Celiz detalló que “están aquellos cargados de dióxido de carbono, que son para electricidad; los de polvo ABC, que sirve para autos, edificios, casas, y después hay otros cargados de agua con distintos productos”, explicó.

Para comercializar productos de este rubro, no sólo se necesita la habilitación municipal correspondiente, sino también la expedida por la Secretaría de Política Ambiental de la Provincia de Buenos Aires y por la Dirección General de Defensa y Protección al Consumidor del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Además, organismos privados certifican la calidad de los servicios de Matafuegos Torcel, en este caso a través de la empresa Bureau Veritas Argentina, otorgando un sello de calidad de nivel internacional.

Pensando en la calidad del servicio hacia sus clientes, Matafuegos Torcel posee vehículos propios para la distribución de los artículos como también para el traslado de su personal destinado al mantenimiento domiciliario.

La firma acepta tarjetas de créditos para el pago de los productos o servicios adquiridos.

“En Avellaneda fuimos los primeros. Hacemos esto desde el año 1956 y con verdadera vocación. Mi abuelo y mi tío fueron Bomberos de Sarandí, al igual que yo. Mas allá del punto de vista empresarial, nuestra vida siempre estuvo dedicada a la prevención del incendio” aseguró el apasionado el titular de Matafuegos Torcel.

Matafuegos Torcel atiende en su local de la calle Supisiche 196 de Sarandí de lunes a viernes de 8 a 12 y 14 a 17 horas. Teléfonos 4204-9171 4116-0665/6 0800-999-8943. E.mail: info@matafuegostorcel,com.ar Web: www.matafuegostorcel.com.ar