Mariposas por aquí y por allá: ¿a qué se debe su presencia y hasta cuándo se quedan?
Como cada año, la especie Junonia genoveva hilaris, también conocida como Mariposa cuatro ojos, migra hacia el norte. Las condiciones climáticas ayudan a que su presencia sea más notoria.
Desde este fin de semana el Área Metropolitana de Buenos Aires se vio más colorida por la llegada de grandes cantidades de mariposas pertenecientes a la especie migratoria Junonia genoveva hilaris, también conocida como Mariposa cuatro ojos. Todos los años hacia finales del verano, este insecto se desplaza desde el centro hacia el norte argentino; sin embargo, las condiciones climáticas de los últimos días hicieron que, en esta oportunidad, su presencia sea más notoria. Se espera que el fenómeno migratorio dure hasta quince días.
“Esta mariposa está presente durante marzo y abril de cada año. La temperatura, las lluvias y la humedad en el ambiente hicieron que se generen más ciclos de vida y se vean enjambres de mariposas adultas en los espacios verdes”, cuenta Soledad Mesía Blanco, técnica en Jardinería (UBA) y especialista en jardines de mariposas y colibríes, a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes. Su etapa de migración se debe a que están en búsqueda de altas temperaturas; una vez que llegan al norte pueden seguir su desplazamiento hasta otros países limítrofes como Uruguay, Paraguay, Brasil o Perú.
La mariposa Junonia genoveva hilaris posee una envergadura de aproximadamente 6 cm con las alas extendidas. Tanto el macho como la hembra llevan colores ocre y anaranjados con una única diferencia: el primero también tiene tintes azules, mientras que ella posee un color marrón. Además, su nombre vulgar “cuatro ojos” refiere a las manchas que llevan en sus alas que simulan ser ojos, lo cual les sirve como alerta para despistar y alejar a los depredadores.
Según cuenta Mesía Blanco, quien divulga información sobre mariposas, colibríes y otros animales en su cuenta de Instagram, el rol de las mariposas en el ecosistema es fundamental. “Ellas polinizan las flores y, al hacerlo, estas son fecundadas. Luego, nacen los frutos que llevan las semillas de esas plantas. Esto permite que esta vegetación pueda seguir existiendo en determinadas zonas”, explica.
Además, estos insectos forman parte de una red trófica donde otros animales se alimentan de ellas. En definitiva, generan un equilibrio en el ambiente y permiten a largo plazo la presencia de distintos seres vivos.
Por Luciana Mazzini Puga