Mariotto encabezó una marcha en homenaje a las víctimas de la masacre de José León Suárez

El vicegobernador Gabriel Mariotto reafirmó el compromiso de “revertir algunas situaciones desde lo más profundo de lo institucional”, al cerrar un acto y una masiva marcha en José León Suárez por el primer aniversario del asesinato por parte de la policía bonaerense de dos jóvenes en José León Suárez.

Además de los familiares de los jóvenes fusilados, Mauricio Ramos y Franco Almirón, asistieron referentes del Movimiento Evita, de La Cámpora, del partido Nuevo Encuentro, el ex canciller Jorge Taiana y el intendente del partido de San Martín, Gabriel Katopodis.

“Queremos que los responsables de la masacre estén presos y se pudran en la cárcel”, dijo Emilio Pérsico al asegurar que a los chicos “los mató la miseria” porque estaban cartoneando y por eso pidió “ir hasta el hueso. Queremos trabajo y educación para ellos, no balas”.

A su turno, el diputado provincial José Ottavis, integrante de La Cámpora, dijo dirigiéndose a los funcionarios a cargo del gobierno de Buenos Aires que “si van al a frente, a buscar a los canas asesinos hay una juventud que banca”.

“Queremos seguridad de derechos”, agregó el diputado al destacar además el trabajo mancomunado que realizan las organizaciones kirchneristas en José León Suárez.

Previamente Mariotto, visitó a los familiares de las víctimas en la villa La Cárcova, al frente de una multitudinaria movilización de jóvenes kirchneristas, de unas seis cuadras de extensión, principalmente agrupados en el Movimiento Evita y La Cámpora, quienes informaban a los vecinos el motivo de la marcha.

Primero María Elena Ramos, madre de Mauricio, de 17 años y luego, Belkis Almirón, mamá de Franco de 16 años, recibieron a Mariotto en sus viviendas en un acto íntimo al que no accedieron cronistas ni fotógrafos.

Con lágrimas en los ojos, Belkis dijo a Télam: “me siento como un trapo de piso”, al recordar a su hijo pero se mostró esperanzada con la posibilidad cierta de “encontrar justicia” a la vez que agradeció la presencia masiva de militantes y, sobre todo, del vicegobernador de la provincia.

Más tarde Mariotto dijo sentir “vergüenza de venir a ver a los ojos a los padres de los chicos fusilados”, y dejó en claro que “somos conscientes y existe un fuerte compromiso de revertir ese tipo de situaciones con la policía”.

Igualmente reconoció que la fuerza “está colmada de actos heroicos que no aparecen en los diarios”, y al respecto aseguró que esas “son prácticas que hay que defender”.

La visita y recorrido por la villa La Cárcova, que se extendió por más de dos horas, contó con la presencia de Marcelo Saín, diputado provincial por el Nuevo Encuentro, quien dijo a Télam que la presencia de Mariotto en el lugar “convierte en un hecho político de relevancia, lo que hubiera sido un encuentro de 50 militantes y familiares”.

Por su parte, el intendente Katopodis reiteró la consigna “ni un pibe menos” al condenar fuertemente, en coincidencia con otros oradores, que algunos efectivos policiales “decidan sobre la vida y la muerte” de las personas.

A un año de la represión, los familiares, amigos y militantes de organizaciones sociales y políticas se movilizaron desde la Avenida Central y 2 de Abril hacia la estación ferroviaria de José León Suárez, donde se recordó a Franco Almirón y Mauricio Ramos, las víctimas.

Por los crímenes están detenidos preventivamente dos policías bonaerenses acusados de disparar sus armas de fuego contra un grupo de habitantes del barrio La Cárcova, y provocar la muerte de dos adolescentes y heridas a Joaquín Romero, de 19 años.

Almirón y Ramos, de 16 y 17 años, presentaban en sus cuerpos orificios de bala que ingresaron por la espalda, según constataron las primeras pericias, en tanto las heridas eran semejantes a las que provocan proyectiles de escopetas similares a las que utilizan los policías bonaerenses.

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