María José Fernández y la importancia de llevar una vida saludable

Una médica promotora de la buena alimentación.

Así como en otra oportunidad nos contó acerca de los beneficios que ofrece una correcta y metódica respiración, en esta oportunidad, la doctora María José Fernández vino a aconsejarnos sobre la importancia de llevar una vida saludable, a partir de la alimentación.

En una de sus frases, se puede resumir, a grandes rasgos, lo esencial que puede resultar ingerir los alimentos adecuados: «Somos lo que comemos», definió contundente.

«El estilo de vida ajetreado, agitado, hace que el cuerpo segregue un montón de hormonas. Entonces podemos disminuir el estrés con algunas técnicas de respiración, con algún tipo de actividad física que lleve al cuerpo a la quietud y a la relajación, como puede ser el yoga y, por supuesto, a través de la alimentación», explicó María José, quien reconoció que hace unos días estuvo enferma porque exigió de más a su organismo.

Y en particular, respecto a la alimentación, hay alimentos que estresan y otros que relajan.

«Todos los alimentos que estén industrializados, quimicalizados, (que tiene conservantes, aditivos, colorantes, etc.) generan en el cuerpo un montón de mecanismos, -una vez que se absorben todos los nutrientes-, para desintoxicarnos de todos esos componentes químicos. Todo eso es representa un estrés para el cuerpo, que intenta eliminar todas esas toxinas vía la respiración y la orina», agregó Fernández, médica especializada en ginecología, que desde hace algunos años, cuando conoció algunas técnicas de respiración, es una incansable promotora de la vida saludable.

En su cálido taller del barrio de Piñeiro, «Majo» destacó la importancia de poner «en sincronía» a la mente y el cuerpo. Al respecto, sostuvo que «hay contaminantes que están en los alimentos, pero también hay contaminantes emocionales en el ambiente. Uno está todo el día haciendo zapping, viendo malas noticias, y eso nos tira para abajo. Pero también podemos encontrarnos con gente que está contenta porque se casó, porque se mudó o se fue de viaje y también nutrirnos de esa buena energía».

«Entonces debemos ser conscientes de que en todo momento nos inunda la emocionalidad», prosiguió Fernández. «En ese sentido, alimento es todo lo que entra por los sentidos. La comida nos nutre en lo físico, a nivel celular. Pero también es alimento todo lo que ingerimos a través de la música, de las noticias, del medio ambiente, del lugar en el que uno está… Todos esos estímulos nos nutren en un nivel más sutil, cuántico, vibracional…Lo que se dice el espíritu», expresó la mujer que reside en Barracas, pero que de vez en cuando cruza el Puente Pueyrredón para alejarse del ruido y la «locura», y se refugia en su taller (un departamento que era de sus padres) para pintar, estudiar o simplemente para relajarse.

«Es tan importante crear climas agradables. Porque, generalmente, vivimos en automático y con la mente acelerada», aseguró.

Para María José es preferible actuar antes que reaccionar. «Nos enojamos por pavadas y contagiamos ese malestar a los demás. Pero podemos enlentecer toda esa vorágine de pensamientos, en función de la respiración, el yoga y la alimentación».
Está bueno hacer las cosas de manera apasionada, pero la intensidad hay que apoyarla en lo positivo. Cuando uno está menos reactivo, puede actuar mejor y dar lo que mejor que uno tiene», afirmó.

Dime lo que comes, y te diré quién eres
«Las harinas y los azúcares refinados, -por citar un ejemplo- tienen un primer impacto en la mente. Vos pensás: esto está buenísimo. Cuando lo probás, te impacta el sabor. Entonces, en general, lo que nos gusta nos resulta adictivo, porque a nivel mental nos provoca placer.

Pero también los alimentos actúan a nivel de los tejidos. Con eso construimos las células de nuestro cuerpo. En cuanto al metabolismo, estas son sustancias que se absorben muy rápido y son energía que también se gasta rápidamente.

Entonces como esa energía se consume tan rápido, uno quiere seguir comiendo». Con palabra simples y ejemplos cotidianos, María José comparte su experiencia y conocimientos para que llevemos una alimentación adecuada y sana.

«Ese tipo de alimentos generan grasas que, si bien son necesarias para las funciones básicas del organismo, en exceso generan enfermedades cardiovasculares y sobrepeso», enfatizó la médica.

«Debemos prestar mucha atención a nuestra alimentación. Y en la actualidad, es un gran desafío criar a los chicos, en este sentido, cuando existe una oferta infernal de alimentos que no son para nada saludables».

«Lo mismo sucede con las bebidas», apuntó Majo. «Está bueno, de vez en cuando, tomar un vaso de gaseosa. Pero no hacerlo como hábito y tampoco pensar que es eso o agua. En el medio, uno puede hacer jugos de frutas y aguas saborizadas de manera casera», añadió.

Entre otros consejos, María José recomendó evitar frizar y recalentar los alimentos, ya que éstos tendrán menos energía y sabor que la comida recién hecha.
También sugirió reducir la ingesta de carnes, incorporando proteínas de otros alimentos.

«A veces pensamos que si no ingerimos carne, no comimos. (Cuando deberíamos comer carne sólo dos veces por semana).

«Uno puede incorporar proteínas vegetales equilibrando la dieta. La carne acidifica la sangre, y eso hace que el cuerpo envejezca más rápido, además de que incorpora grasas.

Tampoco debemos tener una cena demasiado abundante, porque el cuerpo se está preparando para el descanso y no le queda suficiente tiempo para regenerar energía para el día siguiente. Por consiguiente el sueño es superficial y uno se siente cansado y de mal humor», mencionó.

Como se puede ver, tener en cuenta algunas pautas nos puede llevar a adoptar medidas relativamente sencillas de llevar a cabo. Obteniendo beneficios tanto para el cuerpo como para la mente.

«Si estamos saludables, podemos generar bienestar en los demás. Cuando uno está tranquilo, relajado y sereno, puede tomar las riendas para cambiar su propia realidad y la realidad colectiva», destacó María José Fernández, que combina sus actividades laborales con su labor de artista plástico.

Pintar es su forma preferida de expresión. Paisajes, tierra, naturaleza en perfecto equilibrio. El cielo, la energía, lo que no se puede ver o tocar, pero que es algo superior y nos rige. Toda esa temática surge en sus cuadros.

«Creo que en las obras artísticas sale lo que vos estás sintiendo, las emociones, los sentimientos, las preocupaciones y las impresiones de tu mente y todo lo que tenés en tu corazón.

A su vez el arte te trae paz, porque es como que estás diciendo tu verdad. Y para mí es una forma de expresión maravillosa, porque estoy enamorada de la comunicación», finalizó.

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