Mar del Plata al borde de quedar paralizada por un paro de pescadores

La huelga ya cumplió 40 días y por el momento no hay una solución a la vista. Los trabajadores del puerto nucleados en Simape exigen un aumento salarial del 22%. La medida de fuerza afecta al resto de las actividades comerciales de la ciudad

El Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) llevó a cabo ayer una nueva protesta en reclamo de aumento salarial y estiró el conflicto que desde hace más de 40 días complica la economía de toda la ciudad de Mar del Plata.

Para exigir una pronta salida del conflicto que mantiene paralizada a la industria pesquera local, entre 150 y 200 manifestantes se concentraron en el acceso a la Autovía 2, y ya cerca del mediodía, la movilización se trasladó hacia distintas calles de la ciudad, pasando por el Palacio Municipal, la sede local del Ministerio de Trabajo de la Nación y el paseo comercial Güemes, hasta terminar en la zona del Puerto.

Por otro lado, la CGT ratificó su apoyo al paro y anticipó que hoy se realizará una reunión plenaria en la que, probablemente, se resuelva poner en práctica medidas de acción directas para este jueves, según publicó hoy el diario La Capital de Mar del Plata.

Pero más alla de las medidas gremiales, la huelga mantiene paralizado el puerto y todas las actividades que se desarrollan en torno a éste.

En el barrio portuario, la mayoría de los comercios sintieron una baja del 50 por ciento en sus ventas, ya que algunos trabajadores en huelga no cobran, otros perciben sólo un porcentaje y apenas pueden subsistir.

Ante la extensión del conflicto, los comerciantes de la ciudad temen que el “parate” se extienda a toda Mar del Plata, que en esta época del año ve resentida sus ingresos por la falta de turismo masivo.

Según explicó Jorge Rivero, que se desempeña como filetero desde hace “más de 20 años”, el paro actual lo afecta “terriblemente mal, porque nos agarra en un mal momento. Empezamos el año trabajando bastante flojo”.

El día a día, dice, “se hace muy pesado”. “Tengo una hija discapacitada y si bien la obra social nuestra es buena, hay cosas que tenemos que pagar aparte. Te tenés que cuidar en todo, hasta si tus hijos quieren tomar dos tazas de leche”, sostiene, por lo que la gravedad de la situación se vuelve mayor.

Desde que comenzó el conflicto, Rivero cobra el denominado “garantizado”, un salario mínimo que apenas supera los $1.800 mensuales.

Para llegar a fin de mes, hasta ahora recurrió a la plata que había ahorrado su esposa, “pero ya no queda nada”, dijo. “Lamentablemente no hay Plan B, porque el 70 por ciento de Mar del Plata se mueve con el puerto y ni siquiera puedo salir a hacer changas porque no hay trabajo”, sentenció.

Para finalizar y aunque se mostró a favor de “luchar por los derechos de los trabajadores, por un salario digno”, afirmó que “esto ya se extendió demasiado y ya es una cuestión política”.

El periodista local Matías Fratti, confirmó que la economía de “La Feliz” está resentida. En este sentido, le aseguró a Infobae.com que “se vende la mitad de lo que se vendía”.

De tal modo reveló que las mueblerías redujeron sus ventas en un 15 por ciento, al igual que los comercios de ropa y de electrodomésticos. Las únicas actividades que no sintieron el parate fueron la automotriz y la de los supermercados.

Además, explicó que la caída de las ventas obligó a los comerciantes a renegociar sus pagos y extender los plazos.

Finalmente, Fratti destacó que el “bajón comercial y fabril” también está relacionado con la caída en la actividad a nivel nacional.

Crédito foto: Télam

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