Maduro y Guaidó suben sus apuestas mientras continúan esfuerzos externos para mediar

Los gobiernos paralelos de Venezuela agudizaron su enfrentamiento con vista a la jornada crucial del sábado, en la que el antichavismo espera ingresar en el país toneladas de alimentos y medicinas

El mandatario interino designado por el parlamento, Juan Guaidó, llamó a los adversarios del chavismo a marchar el sábado a los cuarteles de todo el país en procura de convencer a los militares de que permitan el ingreso de la ayuda humanitaria, después de haber desplegado esta semana una campaña por correo electrónico y redes sociales con el mismo propósito.

“El 23 de febrero nos movilizaremos en todo el país” e “iremos pacíficamente a las guarniciones, a los puestos, con valor, para exigir que ingrese la ayuda humanitaria”, dijo Guaidó durante un acto en la plaza Francia, en el barrio caraqueño Altamira.

Sin embargo, tanto el presidente chavista, Nicolás Maduro, como las fuerzas armadas ya advirtieron que no permitirán la entrada de esos cargamentos porque consideran que esa ayuda supone una injerencia encubierta y un intento de desastabilizar el país.

De hecho, la convocatoria de Guaidó tuvo lugar un día después de que el Ministerio de Defensa publicara un duro comunicado en el que remarcó que “todos los soldados y soldadas” observan “irrestrictamente obediencia, subordinación y lealtad” a Maduro.

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