Lula pide seis meses para recuperar a la economía brasileña de la crisis

El ex presidente y jefe de ministros designado, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió hoy a la sociedad “seis meses de paciencia para recuperar la alegría” de Brasil, convocó a frenar el odio que existe, según él originado en las televisoras opositoras, y sostuvo que apoya las investigaciones contra la corrupción pero sin quebrar las empresas, debido a que está creciendo el desempleo.

En un largo discurso realizado con sindicatos en San Pablo en el que convocó a defender a la presidenta Dilma Rousseff de un juicio político “que en realidades un golpe porque no hay delito”, Lula intentó inyectar optimismo para la recuperación económica del país.

Como negociador del gobierno, afirmó que los diputados “están con miedo de lo que puedan decir las redes sociales, pues que sean hombres, que sean mujeres, que actúen por Brasil y no por lo que dicen las redes sociales, no se puede dar un golpe por lo que dicen las redes sociales”.

En ese marco, Lula, quien hasta hoy fue investigado por ocultamiento de patrimonio por el juez Sérgio Moro, del caso Petrobras, y que ahora lo será por la corte suprema debido a los fueros, pidió a los sindicalistas preguntar cuánto la Operación Lava Jato, que causó una tensión política en el país desde 2014, afecta a la economía y al desempleo.

“Esta operación de lucha contra la corrupción es una necesidad para el país. Dicen que recuperarán el dinero, quiero que digan los de la Lava Jato y el juez Moro si están discutiendo cuánto la operación le cuesta a la economía del país. Quiero saber si es posible luchar contra la corrupción sin cerrar las empresas, sin causar desempleo. Si ellos tienen conciencia de lo que ocurre en el país”, afirmó.

El ex mandatario (2003-2010) citó un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que indica que 2,5% de la caída del Producto Interno Bruto de Brasil se debe al ‘pánico’ generado en Brasil con esta investigación.

“Mucha gente puede ir presa pero a la vez puede haber millones de desocupados”, afirmó Lula, un día después de que la gigante de la construcción Odebrecht, que abasteció las campañas de la mayoría de los partidos políticos, pidiera un acuerdo con la justicia para revelar la corrupción por la que fueron condenados sus ejecutivos.

Lula negó haber ido al gobierno para ganar fueros y sostuvo que hará lo que mejor sabe hacer: conversar.

Y en ese marco acusó a los medios de comunicación, en especial a la TV Globo, de “generar odio”.

“Ellos faltan el respeto a la persona humana, no haré el juego rastrero que hacen conmigo. Hay gente que parece barrabrava por el odio que tiene. Sabemos quién creó este odio en el país, lo sabemos cuando prendemos la tv, Hay sectores que trabajan como lo hacían en Venezuela cuando estaba Hugo Chávez, dividiendo al país, Es casi un odio ideológico para sacar a Dilma, que ganó con los votos”, aseguró.

El ex presidente abundó en que no tiene miedo de investigaciones ni de “pirotecnia todo el día en la televisión” y adelantó que su función en el gobierno va más allá de un cargo, que aún debe ser definido la semana que viene por el Supremo Tribunal Federal.

“Hay que volver a darle esperanza a la economía. Deben darnos seis meses de paciencia para volver a ser el país de la alegría.

Tenemos hueso, carne y emoción, mucha emoción, hay que devolver la esperanza. Por eso, este país no puede aceptar un golpe contra DIlma”, subrayó en la Casa de Portugal de San Pablo, en el encuentro donde recibió apoyos de sindicatos de Brasil y del mundo.

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