Lugüercio: “La meta de Racing es clasificar a la Copa”

El ídolo académico, figura del triunfo ante Newell´s en Rosario, dialogó en exclusiva con La Ciudad, de cara al partido del domingo ante Quilmes. “Tenemos que aspirar a seguir obteniendo resultados positivos», sostuvo el Payaso.

El hincha de Racing se identificó con Pablo Lugüercio a partir del esfuerzo y la voluntad del delantero, que llegó al club de Avellaneda en junio de 2008, y rápidamente dejó en claro que podrá faltarle eficacia frente al arco rival, pero nadie puede dudar que el Payaso transpira la camiseta como pocos. Con esa actitud, se convirtió en el niño mimado de La Academia.

Por eso, en una charla exclusiva con La Ciudad, Pablo Lugüercio, que fue campeón en el torneo Apertura 2006 con Estudiantes de La Plata, se encargó de señalar que «lo único que puedo decirle a los hinchas de Racing es gracias. La verdad, es que fue toda una sorpresa que la gente se identificara de esa manera conmigo y entonces, mi forma de estar a la altura de ese respaldo es dejar toda en la cancha, en cada partido. No queda otra».

A los 28 años, Pablo Lugüercio todavía sueña con una transferencia al exterior, que podría aparecer a fin de año, pero en busca de su consolidación económica, en los últimos días estuvo en medio de un conflicto con los dirigentes. Si bien el delantero no se involucró directamente en la cuestión, su representante, Miguel Pires, contó públicamente que Racing tenía una deuda con él, para hacerse cargo de los impuestos de su contrato. Del otro lado de la vereda, Rodolfo Molina, el titular del club, salió a dar la cara y apagó rápidamente el incendio, con una decisión contundente: «le vamos a dar un resarcimiento económico a Lugüercio, que nació en un compromiso verbal que existió en el último receso, cuando tuvo posibilidades de irse a Colón y Banfield, para eligió quedarse en Racing. Ahora, queremos que esté tranquilo y pueda pensar en dar lo mejor para el equipo, como lo ha hecho siempre».

Fuera de esta cuestión, Lugüercio puso su cabeza en lo futbolístico, y contó que «la meta de Racing para lo que resta del año es poder clasificar a la Copa», teniendo en cuenta que el equipo de Russo está peleando para ingresar a la próxima edición de la Libertadores. Allí, sus rivales directos son Godoy Cruz (a 8 puntos), Vélez (a 7 puntos) Newell‘s (a 2 puntos) y Banfield (apenas un punto arriba de la Academia). Y en las cinco fecha finales del certamen el equipo de Miguel Russo debe jugar con Quilmes, Banfield, Gimnasia, Godoy Cruz y Vélez. Es decir, dos rivales que están luchando por escapar del descenso y tres adversarios directos en la posibilidad de ir a un torneo internacional, que Racing no juega desde la Copa Libertadores del 2003, cuando quedó eliminado por América de Cali, por penales, en los Octavos de Final de esa competencia.

La ilusión de Racing va en aumento, a partir de los últimos resultados. Por eso, Lugüercio comentó que «fue fundamental el triunfo del domingo pasado ante Newell‘s, en Rosario, porque le descontamos tres puntos y eso nos dejó con la ilusión intacta de clasificar a la Copa Libertadores».

Y el delantero insistió: «Acá hay un grupo que tiene un objetivo muy claro, que es ingresar a una copa. Hace rato que Racing no la juega y ojalá que en estos partidos que quedan nos podamos dar ese gusto. Para ello, tenemos que aspirar a seguir obteniendo resultados positivos».

En ese contexto, Racing está obligado a sumar los tres puntos en el partido del domingo (a las 21.15, con arbitraje de Sergio Pezzotta) frente a Quilmes, que viene de lograr su primera victoria en el campeonato, ante Godoy Cruz.

Para el choque con Quilmes, Russo arrastra varias dudas en la formación, porque Claudio Yacob todavía no se recuperó de un esguince de tobillo y podría ser reemplazado por el juvenil Bruno Zuculini, como ocurrió en el partido con Arsenal.

Además, en la ofensiva, tanto Bieler, Hauche y Pablo Lugüercio, estuvieron con algunas molestias muscular durante la semana, por lo que no está claro cuál será la fórmula de ataque de la Academia, que no desea perder la ilusión de volver a jugar una copa.

Mariano Bourgarel

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