Los sindicatos europeos cuestionan la “recuperación” y reclaman empleos

Trabajadores de toda Europa se volcaron a las calles por el 1 de Mayo para volver a exigir el fin de los ajustes y denunciar el desempleo y la precarización laboral crecientes pese a las mejoras macroeconómicas proclamadas por sus gobiernos.

España, Grecia, Francia y Portugal fueron escenario de algunas de las marchas más importantes, de los reclamos más desesperados y de las críticas más descarnadas contra el “cerebro” detrás de la receta de ajuste europeo, la “troika” de prestamistas que conforman la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI.

En España, decenas de miles de trabajadores marcharon por unas 70 ciudades para repudiar las políticas de austeridad del gobierno conservador de Mariano Rajoy y exigir empleos y salarios dignos, días después de que cifras oficiales mostraran un desempleo del 26% -casi seis millones de desocupados.

Desde la ciudad vasca de Bilbao, donde tuvo lugar el acto central por el Día Internacional de los Trabajadores, los sindicatos más grandes del país, Comisiones Obreras (CC.OO) y Unión General de Trabajadores (UGT), cuestionaron la recuperación macroeconómica proclamada por el gobierno conservador pese al desempleo.

“Estamos ante una inmensa operación de propaganda”, aseguró el líder de la central CC.OO, Ignacio Fernández Toxo, al término de la marcha de varios miles de personas por la capital vizcaína.

Las manifestaciones más multitudinarias en España, como es habitual, fueron las de Barcelona y Madrid, con 75.000 y 60.000 asistentes, respectivamente, según datos de los organizadores.

En Francia, decenas de miles de personas se manifestaron en las mayores ciudades para denunciar el ajuste por 50.000 millones de euros del gobierno socialista del presidente Francois Hollande y su “Pacto de Responsabilidad” para bajar las cargas sociales a las empresas a cambio de que contraten a más empleados.

En pancartas o imágenes caricaturescas, Hollande fue omnipresente en las más de 100 manifestaciones en toda Francia, que reunieron a 210.000 personas en todo el país y 65.000 en París, según la CGT.

Entretanto, como cada Primero de Mayo, el principal partido de extrema derecha francés, el Frente Nacional (FN), realizó un acto frente al monumento de Juana de Arco y luego lanzó su campaña para las elecciones europeas con un acto en la céntrica Opera de París, donde su líder, Marine Le Pen, brindó un encendido discurso.

En Grecia, uno de los tres países europeos, junto a Portugal e Irlanda, que debieron recibir millonarios rescates de la troika a cambio de duros ajustes, miles de personas protestaron contra las políticas de austeridad en Atenas y Salónica, las dos principales ciudades de la nación, en una jornada de huelga general.

En adhesión a la huega de 24 horas en Grecia por el Primero de Mayo, los barcos quedaron amarrados a puerto y los transportes públicos circularon con amplias restricciones.

En Portugal, miles de trabajadores protestaron en Lisboa contra un proyecto presentado ayer por el gobierno conservador del premier Pedro Passos Coelho que amplía hasta 2018 los planes de austeridad con subas del IVA y del aporte salarial a la Seguridad Social.

Luego de encabezar una gran manifestación por el centro de la capital, el líder del principal sindicato del país, la marxista Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), Arménio Carlos, denunció que las nuevas medidas ponen en cuestión los derechos laborales y los salarios.

En la norteña ciudad italiana de Turín, un centro industrial muy golpeado por los dos años de recesión seguidos de Italia, policías se enfrentaron con cientos de manifestantes que arrojaron a los agentes piedras y bombas molotov.

En Alemania, que apenas se vio afectada por la crisis europea y cuyo gobierno ha sido el impulsor central de los ajustes en los endeudados países de la periferia continental, miles de miembros de sindicatos reclamaron el fin de las políticas de austeridad y ayudas para combatir el desempleo en el sur de la UE.

En el extremo este de Europa, en el sector europeo de Estambul, policías reprimieron con gas lacrimógeno y carros hidrantes a manifestantes que se dirigían a la plaza Taksim de Estambul pese a una prohibición de las autoridades, desatando choques que, según sindicatos, dejaron decenas de heridos y casi 140 detenidos.

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