Los peritos y el fiscal mantienen diferencias sobre la muerte de la bailarina de Pinar de Rocha

Un grupo de peritos balísticos y los fiscales, insistieron ayer en que la muerte de Morena Pearson fue un homicidio, en tanto que otros especialistas, entre ellos el designado por el dueño del boliche y marido de la víctima, Daniel Bellini, defendieron la hipótesis del suicidio.

Fuentes judiciales y de la defensa informaron que las diferencias se plantearon en el marco de una inspección ocular y la reconstrucción parcial del hecho que se realizó en la casa del acusado, en el partido bonaerense de Morón, como parte del juicio oral al que Bellini es sometido.

La diligencia, que se extendió entre las 11 y las 16, estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Morón y se llevó a cabo en la casa de Bellini, situada en Brasil 10, de Villa Sarmiento, donde el 21 de marzo de 2008 Pearson fue hallada muerta de un tiro en la cabeza dentro del vestidor de su habitación.

A 100 metros de la casa, donde se encuentra Pinar de Rocha, unas 50 personas esperaron la llegada del dueño del boliche y único acusado -bajo custodia policial- exhibiendo pancartas que decían “Bellini es inocente” y “Justicia”.

Una vez en la habitación donde fue hallada muerta la bailarina, los peritos de la Policía Científica de Morón reiteraron que el hecho podía responder tanto a un homicidio como a un suicidio y dieron todas sus argumentaciones.

En tanto, los especialistas de Gendarmería y el perito de la defensa, Luis Alberto Olavarría, concluyeron que, de acuerdo a la trayectoria balística y el lugar donde quedó la vaina servida (una zapatilla de Bellini), Morena se suicidó.

Lo mismo sostuvo una de las abogadas del empresario, Raquel Hermida Leyenda, quien remarcó que “la hipótesis de homicidio es inverosímil porque habla de una postura improbable de quien dispara”.

La letrada subrayó que “se puede ver en la pericia en tres dimensiones que es improbable que alguien haya cometido un homicidio en ese lugar, con esa caída de la vaina y con esos rastros que han dejado claramente determinados los peritos”.

Agregó que, a su entender, Pearson se suicidó porque “padecía un trastorno histriónico de la personalidad y siempre jugaba con la muerte”.

“Esa noche, lamentablemente discutieron, Bellini dijo basta y ella se lo tomó literalmente”, remarcó.

Por su parte, un vocero judicial explicó que “peritos midieron otra vez todas las distancias en la habitación, explicaron algunas diferencias de centimetraje que había habido, e hicieron algunas aclaraciones sobre el lugar donde estuvo el cuerpo”.

En medio de la exposición de los peritos, uno de los fiscales del caso, Adrián Flores, se colocó en la posición del presunto homicida y mostró a los jueces cómo Pearson pudo haber sido asesinada desde atrás.

“Quedó claro a la vista de los jueces que teniendo en cuenta las manchas de sangre y los otros rastros que quedaron, pudo tratarse de un homicidio. Fue un día valioso”, afirmó el vocero consultado.

Bellini también pidió colocarse en el lugar de supuesto matador e intentó mostrar que no había forma de que él le disparara a su pareja en la cabeza en base al lugar dónde fue hallado el cuerpo.

El empresario de la noche participó activamente del trámite, dio sus impresiones para refutar los argumentos del fiscal y los peritos de la Policía y hasta mostró fotos que obran en la causa.

También mostró el recorrido que hizo antes de -según su versión- encontrar muerta a Morena, y a pedido de su defensa se cronometró que tardó dos minutos y ocho segundos en salir del boliche bailable, llegar a su casa y subir al primer piso.

Mañana, el juicio continuará a las 9 con las conclusiones que los peritos obtuvieron hoy, que serán expuestas ante el tribunal.

El trámite lo encabezaron los jueces Susana De Carlo, Claudio Chaminade y Osvaldo Cedarri; los fiscales Flores y Marcelo Varona Quintian; los defensores Hermida Leyenda, Roberto Babington y Mario Di Caprio, el particular damnificado y padre de la víctima, Francisco Pearson, y su abogado, Pablo Dobanton.

Para organizar la diligencia el Tribunal se instaló en una habitación de la casa de Bellini situada en la planta alta, sobre un quincho, desde donde dirigió la inspección y tomó nota de los relevamientos planimétricos realizados.

Bellini es juzgado desde el 1 de marzo por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma y la portación ilegal de la pistola 9 milímetros con mira láser de la que partió el proyectil que mató a la bailarina, hecho por el cual está detenido.

Para el padre de Morena, Bellini mató a su hija, mientras que el acusado aseguró ser inocente y dijo que la muerte de su pareja “fue un suicidio de manual” por los trastornos psiquiátricos derivados del grave cuadro de bulimia que padecía.

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