Los países desarrollados defraudaron una expectativa de la humanidad para enfrentar el cambio climático
El canciller Jorge Taiana calificó como un fracaso el resultado de la Cumbre de Copenhague y dijo que eso fue responsabilidad de los países más industrializados. Igualmente, destacó que no lograron imponer una agenda a los países en desarrollo. El encuentro mundial para consensuar medidas por el calentamiento global culminó ayer sin un gran acuerdo.
La Cumbre climática fue un fracaso por responsabilidad de los países desarrollados, porque no cumplió en nada la expectativa que había sobre ella y poco se avanzó en enfrentar el cambio climático, que es un problema serio, afirmó hoy el canciller Jorge Taiana.
“Los países desarrollados defraudaron una expectativa de la humanidad respecto a afrontar las consecuencias del cambio climático; no obstante, no lograron imponer una agenda a los países en desarrollo”, balanceó Taiana en diálogo telefónico con Télam en una escala del vuelo que lo trae de regreso a la Argentina, a donde llegará mañana.
El canciller dijo que “la Conferencia ha sido un fracaso porque no ha cumplido en nada la expectativa que había sobre ella, y poco se ha avanzado en enfrentar el cambio climático, que es un problema serio”.
“Los países desarrollados mostraron una vez más su poca disposición a cumplir lo que ya estaba establecido en la Convención sobre Cambio Climático y en el Protocolo de Kyoto, cuando son los responsables históricos del 75% de las emisiones” de gases con efecto invernadero, planteó Taiana.
Según el canciller, los países industrializados son los que “tienen que hacer los mayores esfuerzos y facilitar el financiamiento para la mitigación de los efectos del calentamiento global y la adaptación” a tecnologías limpias. Sin embargo, realizaron “esfuerzos por diluir compromisos y defraudaron a los países participantes de la Conferencia y a la opinión pública mundial”, criticó.
Respecto a la declaración surgida de una reunión a puertas cerradas entre Estados Unidos -primer contaminante-, China -segundo-, India y Sudáfrica, Taiana comentó que “el borrador desbloqueó apenas uno o dos puntos de acuerdos entre esos países y no colmó las expectativas, por lo cual el plenario reaccionó y quedó la fórmula `toma nota` del documento”, que lo rebaja.
En la Cumbre, hubo “un problema de contenido, que estuvo por debajo de las expectativas”, con respecto a definiciones concretas sobre porcentajes de reducción de emisiones y fondos para los países pobres.
Y también de “procedimiento”, ya que la Cumbre “no fue un ejercicio ni de participación, ni de democracia, ni de transparencia”, cuestionó Taiana.
“El intento de debilitar el Protocolo de Kyoto en cuanto a la definición de metas de reducción (de gases contaminantes) muestra la dificultad que van a afrontar las futuras reuniones” internacionales, evaluó el canciller.
Sin embargo, los países industrializados no lograron hacerles cumplir el papel que querían a las naciones pobres o en desarrollo, que consistía en “devaluar Kyoto, establecer compromisos obligatorios para los países emergentes (como China, India o Brasil) e imponer convenios para arancelarios”, dijo Taiana.
El canciller agregó que “no pudieron subordinar a todo el mundo e imponer su estrategia de contener a los países en desarrollo para que no les resulten competitivos” con su economía.
En definitiva, la reunión “tuvo que ver con el cambio climático pero visualizado por los países desarrollados como estrategia para contener a las naciones en desarrollo y competitivas, en tanto, para nosotros se trata de afrontar el problema del calentamiento global sin sacrificar las posibilidades de desarrollo”, concluyó Taiana.