El FGDB cumplió la segunda jornada de un paro de 48 horas iniciado ayer, pero decidieron extenderlo hasta el jueves, con lo que completarían 12 días de medidas de fuerza desde que comenzó el ciclo lectivo, el 25 de febrero pasado.

Los sindicalistas anunciaron además que convocarán a congresos de delegados la semana próxima para diagramar nuevos planes de lucha si el gobierno de Daniel Scioli no los llama a dialogar.

“Esto es la continuidad de un plan de lucha ante la falta de convocatoria al diálogo. Siempre nos dijeron que querían dar el debate con los chicos en la escuela y a eso accedimos, pero está claro que no dio resultado, porque no les interesa dialogar”, dijo Mirta Petroccini, titular de la FEB.

El ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, reiteró que la paritaria “está cerrada” y que los docentes perciben esos incrementos “desde marzo pasado” al tiempo que aseguró que dictará otros cinco días de conciliación obligatoria “cuando se crea oportuno”.

“Nos llama la atención que se dicte un nuevo paro para mañana y pasado” aseguró Cuartango y añadió: “la paritaria bonaerense siguió los pasos de la nacional, que se cerró en marzo y ya se liquidó y se está cobrando” ese aumento.

Precisó que “como los gremios docentes tienen un poder de fuego mayor que el resto de los estatales y con un gran impacto social, ello los induce a pensar que pueden sacar un porcentaje mayor de aumento que el resto”.

Petroccini destacó que “el apoyo de las bases docentes al paro de estos lunes y martes fue contundente y anticipa que la finalización del plan de lucha de mañana y el jueves va a tener una adhesión rotunda”.

Indicó que esperan que los llamen a dialogar “para cerrar” el conflicto, ya que “no se trata sólo de un aumento de sueldo, también hacen falta respuestas para los problemas de infraestructura edilicia y para las deficiencias en las condiciones laborales”.

El secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, dijo que los docentes “ansiamos que el gobierno provincial tome la iniciativa para resolver un conflicto que no tiene razón de ser, sólo pedimos diálogo sincero para evitar las medidas de fuerza”.

“El nuestro no es un reclamo descabellado, sólo se trata de adelantar las cuotas pendientes de un aumento que termina siendo de trescientos pesos, no puede ser que tengamos que esperar hasta octubre por el segundo tramo y que la última parte se cobre recién en enero de 2014”, explicó.

“Nadie quiere perder más días de clases, ahora la iniciativa la tiene el gobierno provincial que tendrá que demostrar si tiene voluntad de cuidar la educación pública y si le importan nuestros pibes”, finalizó el docente.

El gobernador Daniel Scioli había pedido esta mañana “reflexión” a la dirigencia gremial y que “normalicen la situación en función de que ellos saben muy bien que el esfuerzo que hemos hecho es acorde al reconocimiento que le damos a un sector que es clave desde el punto de vista de la educación, de lo social”.

Por su parte, la Directora General de Cultura y Educación, Nora De Lucía, exhortó a que las organizaciones gremiales “reflexionen por nuestros alumnos, por las familias y por los docentes que quieren ir a trabajar”.

“El diálogo es entre dos”, dijo la ministra y detalló: “hemos cerrado la paritaria con 22,6 por ciento después de tres ofertas; luego el Estado ofreció 400 pesos de material didáctico y la no quita de los días de paro”.

En este sentido, explicó que el estado provincial “ha demostrado todos los esfuerzos del camino del diálogo, ha presentado tres propuestas y, en el marco de la conciliación, una oferta por material didáctico: ahora es momento que la organizaciones gremiales demuestren esa vocación de diálogo”.

El conflicto entre el gobierno provincial y los sindicatos se inició antes del comienzo del ciclo lectivo, el 25 de febrero pasado, cuando no llegaron a un acuerdo respecto a la oferta salarial.

Tras sucesivas medidas de fuerza, el gobierno provincial elevó su oferta hasta el 22,6 por ciento de incremento para el maestro que recién inicia la actividad, a pagarse en tres veces, la última a cobrarse en enero del año que viene.

Los gremios rechazaron la oferta, ya que según sus estimaciones recibirían un incremento salarial del 12% este año y, además, argumentan que no se les ofrecen garantías a sus reclamos de mejoras edilicias y normalización de la obra social.