Los Bomberos Voluntarios de los cuarteles de Avellaneda, Sarandí, Echenagucía, Dock Sud y Villa Domínico participaron de un entrenamiento, organizado por el Consejo Nacional, que consistió en el simulacro del rescate de víctimas en espacios reducidos con visibilidad nula por el efecto humo. La actividad fue llevada a cabo al frente al edificio bomberil, ubicado en la calle Magán 439 de nuestra ciudad.

El Centro de Entrenamiento Móvil de Espacios Confinados (CEMEC),  desde el año 2016 recorre la Argentina llevando capacitación en el rescate y ofrece servicios de entrenamiento de alta calidad a los Bomberos Voluntarios y a los pertenecientes a dependencias públicas y privadas de todo el país y del exterior. El programa es impulsado por el Consejo Nacional de Bomberos, organismo que nuclea a todas las Federaciones y éstas a su vez a los cuarteles.

Miguel Visciglia, uno de los instructores del CEMEC, dialogó con La Ciudad y explicó en qué consistió la capacitación y también se refirió a las características técnicas más relevantes que posee el simulador móvil, con el fin de poder recrear un escenario de siniestro lo más fiel posible de alguno real.

“El Consejo Nacional hace unos años adquirió el primer simulador que se denomina Centro de Entrenamiento Móvil de Incendio CEMI, que en este momento está recorriendo el sur del país. Nosotros estamos trabajando con el Centro de Entrenamiento Móvil de Espacios Confinados y el tercero, que ya está en el país y pronto va a empezar a operar, es el de materiales peligrosos”, señaló el instructor.

“Los simuladores están equipados con tecnología de avanzada, son únicos en el país y en latinoamericana. Además, existen convenios internacionales que están mandando gente a capacitarse con nosotros. Es una herramienta que tenemos los 43 mil bomberos de la Argentina y en la jornada de hoy son 15 los bomberos que pueden trabajar en él, es una posibilidad para pocos y hay que aprovecharla”, aseguró Visciglia.

Los simuladores móviles cuentan con cámaras infrarrojas y térmicas para brindarles seguridad a las personas que estás trabajando en el entrenamiento; reproductores de sonidos con capacidad para desarrollar volúmenes muy altos y máquinas de humo.

“Tenemos sonidos pregrabados de situaciones reales de incendio, gente pidiendo auxilio, explosiones, alarmas de bomberos caídos, llantos de bebés, todo lo que se pueda encontrar en una situación real. El equipo lo reproduce a un volumen alto lo cual genera una condición psicológica que eleva los niveles de estrés. El ejercicio es complejo, técnico y es muy importante para las capacitaciones de los bomberos de la región”, afirmó.

Al culminar, Miguel Visciglia destacó y agradeció el trabajo de logística que realizó el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Sarandí, que facilitó las instalaciones y el recurso humano para hacer posible la capacitación.