Los alérgicos y el verano

Informe de la Estación Aerobiológica Buenos Aires – Comité de Estudios: Impacto Medio Ambiental sobre las Enfermedades Alérgicas

Estamos en verano y las enfermedades alérgicas propias de esta época hacen su llegada: reaparecen los alergenos típicos y las personas alérgicas deben estar advertidas.

¿Cuales son los factores de riesgo?
– Presencia de granos de polen de diversas especies vegetales que no sólo están en primavera.
– Las picaduras de insectos.
– Alergias a ciertos alimentos estacionales.
– Mayor exposición al sol, que puede desencadenar o reactivar algunas patologías cutáneas.
– Otros factores de riesgo que debemos tener en cuenta  y que detallaremos.  

El polen es el elemento fecundante masculino de las plantas que poseen flores, los más sensibilizantes, habitualmente, provienen de flores  pequeñas y son trasladados por el viento, son los de las gramíneas, pastos y la mayor parte de los cereales; las compuestas, tales como, yuyos, malezas y girasol,  y  otros que, de acuerdo a la vegetación de la zona, pueden estar presentes en la atmósfera en esta época del año. Ya desde fines de agosto se pueden observar en la atmósfera estos elementos y particularmente los pertenecientes a flores de árboles.

La mayor concentración de granos de polen en el aire se observan por la mañana y en las primeras horas de la tarde, en especial si hace calor y hay viento, en cambio, las lluvias intensas  limpian los granos del aire.

Los síntomas que el polen provoca en los alérgicos son: gran congestión ocular y nasal con intenso lagrimeo, picazón de ojos y nariz, estornudos frecuentes y descarga de abundante mucosidad acuosa por las fosas nasales (rinorrea). También suelen desencadenar crisis de asma. Muchas veces los síntomas son de tal intensidad que disminuyen considerablemente la calidad de vida del alérgico, impidiéndole su actividad cotidiana.

¿Qué se puede hacer para reducir la exposición a estos  granos de polen?
· Mantener las ventanas cerradas en las horas de máxima polinización (últimas horas de la mañana y primeras de la tarde).

· Disminuir las actividades al aire libre durante  las horas de mayor presencia de polen en el aire.

· Mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en coche

· Utilizar aire acondicionado con filtros para polen (la mayoría de los vehículos nuevos los traen)

· Tomar las vacaciones durante el período álgido de polinización y elegir una zona con menor concentración de granos  de polen, por ejemplo, la playa.

· Tomar la medicación indicada por el alergólogo.

· Evitar cortar el césped o acostarse sobre él.

· No secar la ropa al exterior durante la época de polinización, porque el polen puede quedar atrapado en la tela.

· Usar anteojos de sol para disminuir el impacto de los granos  en  las conjuntivas de los ojos.

La solución a estos problemas se logra con un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado que realizará el alergólogo.

Hoy en día hay medicamentos que alivian los síntomas y, además, tratamientos inmunológicos que producen la desensibilización específica a estos agentes.

Picaduras de insectos
Cuando aumenta el calor los insectos aparecen con mayor frecuencia, muchos no vuelan si la temperatura es inferior a 13 grados.

   Las picaduras de abejas, avispas y hormigas coloradas  pueden llegar a ser muy severas  y, en ocasiones, provocan reacciones anafilácticas algunas veces  mortales, sobre todo en individuos muy sensibles.

Cuando una persona presenta una reacción anafiláctica le aparecen ronchas en grandes áreas del cuerpo, inflamación e hinchazón en la garganta, la lengua y la glotis, presenta dificultad para respirar, mareos, dolores abdominales, náuseas, vómitos y, a veces, convulsiones. En casos extremos puede tener una rápida caída de presión arterial (shock) con  pérdida del conocimiento. El individuo está frente a una situación  de alto riesgo, por lo tanto, debe  recibir atención médica de inmediato. El Dr. Fiks de USA destaca que en su país son más frecuentes las muertes por picaduras de insectos que por mordeduras de ofidios.

Los mosquitos suelen provocar en la piel de algunas personas sensibles, especialmente en niños, reacciones muy molestas con gran hinchazón y picazón, que pueden infectarse por el rascado,  pero rara vez son de gravedad.

Para evitar las picaduras de insectos,  hay que tratar de no parecer ni oler como una flor,  no usar  vestimentas  de colores vivos pues esto los atrae, ni  ropas suelta, que puede atrapar insectos entre la tela y la piel, no utilizar cosméticos perfumados cuando se piensa salir al aire libre, no caminar con pies descalzos ni apoyar el torso desnudo sobre el pasto, utilizar calzado cerrado, no transitar por campos sembrados y floridos, evitar los lugares donde puede haber hormigueros, panales de avispas o abejas, no acercarse a los recipientes que contengan residuos, no sentarse sobre troncos y usar repelentes de insectos. El olor de la comida atrae a los insectos, por eso hay que tener algunas precauciones al cocinar, comer o tomar bebidas dulces como gaseosas, jugos o helados al aire libre. Los individuos que han tenido alergias severas por picaduras de insectos deben llevar consigo un botiquín de urgencia con elementos que el médico especialista haya aconsejado previamente. En la actualidad se puede resolver esta hipersensibilidad con vacunas que contienen los venenos de estos insectos, administradas en dosis progresivas.

También en verano suelen aumentar las alergias cutáneas, tales como, urticaria y eczema. El calor y la exposición al sol las favorece por la vasodilatación que provocan.

No sólo los alérgicos deben evitar la exposición prolongada al sol, sino todas las personas, pues es un maltrato innecesario para la piel. Para exponerse al sol es necesario utilizar protección adecuada con cremas con filtros solares y permanecer poco tiempo y en horarios adecuados que son, antes de las 11 am y luego de las 16 pm.

La exposición al sol de manera frecuente es muy agresiva para la piel y lo es más si ésta  es prolongada: la piel se arruga, se torna áspera, se descama, pierde elasticidad, y queda predispuesta a la aparición de lesiones malignas. El sol  genera además, problemas alérgicos  como la urticaria solar y la erupción polimorfa solar.

En verano es un placer sumergirse en piscinas o nadar en el mar. Pero los individuos que tienen urticaria por frío, deben tener especial cuidado cuando se sumergen en el agua fría, esto puede generarles ronchas, hinchazón en labios y lengua y en ocasiones  reacciones anafilácticas de gran severidad, con peligro de vida.

Con algunas medidas de precaución, que no modifican sustancialmente los hábitos personales, el individuo alérgico puede pasar el verano  sin sobresaltos. Es recomendable que consulten al especialista,  para que indique medidas preventivas y el tratamiento más conveniente, en especial, si deciden salir de vacaciones.           

Para mayor información llamar al Dr Samuel Azar al 154 408 8557

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