Lic. Eliseo Sardi: «En drogadependencia la prevención es algo fundamental

Jefe del IMPA -Instituto Municipal de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Avellaneda-.

Está comprobado a nivel mundial que las estrategias de prevención frente al consumo de drogas y de otras sustancias adictivas como el alcohol o el cigarrillo, tienen un mayor impacto en la sociedad que aquellas acciones que pretenden reprimir o penalizar ese consumo.

Sobre un tema tan sensible y complejo, como lo es el de las adicciones, La Ciudad dialogó con el actual Jefe del Instituto Municipal de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Avellaneda, Lic. Eliseo Sardi.

En una charla amena y distendida, el funcionario comentó cómo es el abordaje de la problemática desde el IMPA, además de brindar información estadística y compartir cuáles son, a su criterio, los mecanismos necesarios para combatir este flagelo social.

Sardi, quien fue Director Regional de la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la Provincia de Buenos Aires, explicó que «el consumo masivo de alcohol en jóvenes es la puerta de entrada para después seguir con otras drogas. Lo que se consigue con esto es la aceptación social del consumo. Y, en ese contexto, lamentablemente, tanto la oferta como el consumo de drogas aumentan cada día más».

El Licenciado en Psicología y Master en Drogadependencia repasó históricamente cómo fue evolucionando el consumo de estupefacientes en los últimos años.

«Me acuerdo que a fines de los 80´ venían la mamá o el papá con el chico de 17 o 18 años, que recién empezaba con la marihuana, preocupados por ver qué podíamos hacer con el pibe. Y se podía trabajar bien, porque había una contención. Ese, más o menos, era el panorama general.

Hoy en día, ya tenemos terceras generaciones de adictos. Chicos con padres y abuelos consumidores. Familias desensambladas, incremento de la oferta, instalación del narcotráfico en los barrios, carteles internacionales que trabajan en Argentina y se pelean por el dominio de los territorios.… Actualmente la problemática es muy compleja.

Estas cuestiones hacen mucho más difícil el abordaje terapéutico. A veces, si fuéramos jueces, tendríamos que declararnos incompetentes. Porque la situación social es tan amplia que la cobertura terapéutica que podemos dar desde la institución es mínima», aseguró Sardi, experto en prevención e intervenciones comunitarias, con más de 20 años de experiencia en la materia.

El funcionario comentó, además, que «en la actualidad no hay contención familiar y la red vincular está rota. La verdad es que, en las terapias de drogadependencia, es fundamental la intervención y la participación de la familia. Cuando no hay familia se complica nuestra tarea; y entonces debemos trabajar con algún referente, que puede ser un hermano, un tío o un cuñado».

Luchar desde la prevención
En el IMPA, dependiente de la Secretaría de Salud, el Lic. Sardi conduce un equipo interdisciplinario de profesionales en psicología, trabajo social y psiquiatría, además de los operadores de calle.

La institución, ubicada en la calle Estanislao Zeballos 2527 de nuestra ciudad, recibe a diario un gran número de casos –que desbordan la capacidad de atención-, derivados de unidades sanitarias, hospitales, juzgados, escuelas, ONGs y clubes, entre otras entidades de bien público. Y también existe una pequeña demanda espontánea.

Las estadísticas que facilita Sardi, provenientes del Instituto, reflejan que la edad promedio de las consultas es de 24 años, compuesta en un 77 % por varones y un 23 % de mujeres.

A la modalidad de demanda espontánea le corresponde un 5%; las derivaciones de otros efectores de salud constituyen un 30 %; las derivaciones de instituciones judiciales, 28 %; derivaciones de escuelas, 5 %; y la demanda comunitaria representa el 15 %.
En cuanto a los motivos de las consultas, las de policonsumo (alcohol con otras drogas) abarcan el 96 %, mientras que las de juego compulsivo y las de alcohólicos puros pertenecen al 4 % restante, (2 % y 2 %, respectivamente).

Los datos referentes a las consideradas drogas de inicio: Cannabis (Marihuana): 31 %; Alcohol: 58 %; Cocaína: 5 %; Inhalables: 3 % y Psicofármacos: 3 %.

Respecto a la modalidad de consumo, el 73 % es individual y el 27 % grupal.

A la hora de definir las causas del consumo (Hipótesis de consumo del propio consumidor), el 37 % no tiene claro por qué lo hace; el 24 % se lo atribuye a problemas con la familia; un 14 % aduce para adquirir nuevas experiencias; 8 % para desinhibirse; 8% porque se siente solo; 6 % por la presión del grupo y otros motivos, 3%.

«También entran mucho por curiosidad», apunta Sardi. «Lo que sucede es que el adicto no tiene conciencia de que está enfermo. Su frase insignia es «yo lo manejo». Al principio, es algo así, es la etapa de la «luna de miel con la droga»; pero a medida que incrementan el consumo, ya no lo pueden parar. Porque las neuronas tienen memoria.

Después está también el tema de la delincuencia, asociado a las drogas. No quiero decir que todos los que consumen son delincuentes. Pero pasa que algunos no pueden sostener el consumo y empiezan a robar en su propia casa, se quedan con vueltos, venden su propia ropa, las zapatillas o algún electrodoméstico. Y luego salen a delinquir fuera de su hogar».

«Cuando voy a dar charlas, hago mucho hincapié en la marihuana, porque es una droga que tiene muy buen marketing, como si se tratara de una sustancia inocua. Pero el consumo elevado de esa droga puede llegar a producir hasta una psicosis tóxica», resaltó el experto.

«Consumir marihuana te pone alegre, te da risa; pero por otro lado tenés pérdida de memoria, distorsión de la percepción… Después vemos que los accidentes de autos y motos han aumentado de manera exorbitante y tienen relación esos accidentes con el consumo de drogas. Pasa que de esto no se habla, nadie lo dice», agregó, con preocupación.

El funcionario expresó que la gran pregunta que se hacen los terapeutas cuando se encuentran frente a un consumidor es qué hay detrás de ese consumo. La inquietud es poder determinar si el joven sufre sólo los efectos de la droga o si convive en él algún tipo de patología severa de base.

«Hoy se dan cuadros que llamamos patologías duales», prosiguió el psicólogo. «Vienen a consultarnos -o los traen los familiares- porque consumen drogas, pero resulta que investigando un poco más, a veces la droga es lo que menos importa, porque tienen un cuadro difícil de base. Y hay mucha dificultad para internaciones de este tipo de casos, porque no contamos con la suficiente infraestructura», reconoció.

«Cuando me invitan a dar charlas y voy con gusto. Porque creo que en el tema drogadependencia hay una gran carencia en materia de prevención. Para mí, la prevención es algo fundamental. Tendría que haber mucho dinero invertido en prevención», manifestó Sardi, contundente.
En ese sentido, el Jefe del IMPA sostuvo que, en la medida de sus posibilidades, se hace un tiempo para organizar talleres con jóvenes. «Creo que hay que ir tejiendo redes y hacer un gran frente comunitario con jóvenes, docentes y medios de comunicación, que son fundamentales para la difusión de estos temas», aseguró.

Por último, el Lic. Eliseo Sardi dio sus recomendaciones para cuidar a nuestros jóvenes: «Es difícil dar mensajes en general, cuando existen tantas particularidades en esta problemática. Pero a los padres que tienen hijos adolescentes o jóvenes, lo que sí les puedo sugerir es que estén en estado de alerta; que vean si los chicos modifican conductas; si andaban bien en la escuela y de pronto bajan su rendimiento, vean qué pasa; o si tienen nuevos amigos, que observen quiénes son; y si llegan tarde de un baile, estén atentos para ver cómo vienen».

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