En sus primeras imágenes y declaraciones en libertad, ligeramente aturdido, delgado y pálido, Shalit, de 25 años, habló con voz entrecortada y respiración dificultosa con un periodista de la TV estatal egipcia, a quien le dijo que pensó que esta “sería la última oportunidad que tendría” para que lo liberaran.

“Espero que este acuerdo ayude a alcanzar la paz” dijo luego Shalit, quien había sufrido un desmayo en el vuelo desde la frontera con Gaza hasta la base militar, donde fue sometido a nuevos exámenes médicos.

Minutos antes de sus declaraciones, había bajado de una camioneta escoltado por sus captores del grupo palestino Hamas y los mediadores egipcios que ayudaron a arreglar su canje por más de 1.000 palestinos presos en cárceles de Israel, cientos de los cuales fueron excarcelados y comenzaron a ser trasladados anoche a Gaza y Cisjordania.

Vestido con camisa gris y gorra negra, Shalit fue trasladado desde Gaza a Egipto a través del paso fronterizo de Rafah, y desde allí hacia Israel para realizar, primero, un chequeo médico.

Posteriormente fue trasladado, en helicóptero, a una base en el centro del país donde lo esperaban su familia y el primer ministro Benjamin Netanyahu.

“Gilad Shalit se acaba de reunir con sus padres”, informó en un comunicado la oficina de Netanyahu, quien subrayó que se trató de “una decisión difícil”.

“Yo les traje su hijo a casa”, dijo Netanyahu a los padres del soldado, Noam y Aviva, al inicio de la reunión privada en la base aérea de la Fuerza Aérea israelí de Tel Nof.

“Hola, Gilad, bienvenido al Estado de Israel. Es fantástico verte de nuevo en casa”, dijo el premier al soldado, informó la agencia de noticias DPA.

Una media hora antes, desde Jerusalén, el Ejército israelí dijo que Shalit fue sometido a una evaluación médica y que se encuentra en buenas condiciones.

Durante un chequeo realizado en el traslado, el joven mantuvo una emotiva conversación telefónica con su familia, el primer contacto con ellos desde su liberación, agregó el Ejército, que difundió una fotografía del sonriente soldado mientras hablaba por teléfono.

Debido al largo tiempo que pasó en cautiverio, más de cinco años, el Ejército lo ha declarado inválido de guerra y no tendrá que cumplir nunca más obligaciones militares, informó DPA.

La liberación de Shalit a cambio de más de 1.000 palestinos, el canje de prisioneros más desfavorable para Israel en toda su historia, puso fin a una saga de cinco años y medio que incluyó múltiples ofensivas militares contra Gaza, un bloqueo israelí al territorio y numerosas rondas de negociaciones fallidas.

Los prisioneros palestinos, entre los cuales figuraban decenas de hombres condenados a cadena perpetua por ataques contra israelíes, eran recibidos como héroes a medida que llegaban a Gaza y Cisjordania, mientras que cientos de personas preparaban una recepción para Shalit en su localidad natal del norte de Israel.

Horas antes de la llegada de Shalit a la base de Tel Nof, el padre de Shalit respondió con un sonoro “sí” al ser consultado sobre si este era el día más feliz de su vida.

Antes del amanecer, caravanas de furgonetas y camiones blancos transportaron a cientos de prisioneros palestinos a los sitios de Cisjordania y de la frontera egipcio-israelí donde estaba previsto que fueran liberados.

En Gaza, miles de personas con banderas verdes de Hamas y amarillas de la Yihad Islámica dieron la bienvenida a los prisioneros en las calles como a héroes.

Los organizadores del evento dispusieron miles de sillas de plástico frente a un gran escenario con capacidad para cientos de personas, que estaba decorado con un gran mural que representaba la captura de Shalit.

Acomodadores distribuían sándwiches y bebidas sin alcohol a las personas que arribaban, mientras agentes de seguridad vigilaban desde las terrazas de edificios cercanos.

En Cisjordania, unos 200 parientes de prisioneros palestinos esperaban en un puesto de control limítrofe mientras se desarrollaba el intercambio.

“Estamos tan excitados que apenas podemos respirar” dijo Mariam Shkair, quien esperaba a su hermano Abdel Latif, de 52 años, quien pasó 25 años preso en Israel por matar a un soldado.

Cuando se complete el canje de hoy, 477 palestinos, entre ellos 27 mujeres, habrán sido liberados, varios de ellos luego de décadas en cárceles israelíes.

Según el acuerdo, que fue mediado por Egipto, un segundo grupo de 550 prisioneros palestinos será liberado en los próximos dos meses.

Poco después del canje, las Brigadas de Al Qassam, el brazo armado de Hamas, aseguraron que los israelíes “pagarán” por no incluir en el canje a los prisioneros que llevan más de una década en prisiones de Israel.

En rueda de prensa en Gaza, su portavoz Abú Ubaida, lamentó que las negociaciones para liberar a Shalit no hayan permitido sacar de prisión a los reos palestinos que llevan más de diez años entre rejas y dijo que las Brigadas de Al Qassam no descansarán hasta conseguir que “todos los palestinos sean liberados”.

Shalit fue capturado el 25 de junio de 2006 en la frontera entre Israel y Gaza por un comando palestino integrado por combatientes de Hamas y otros grupos.

Aunque apareció en buen estado la única vez que fue visto en cautiverio -en un breve video difundido por Hamas en 2009-, sus captores le negaron toda visita, incluyendo la de la Cruz Roja.

Una intensa campaña mediática para liberarlo transformó a Shalit en un símbolo nacional, y todas las radios y canales de TV israelíes hicieron una cobertura paso a paso de su liberación.

Aunque sondeos mostraron que la mayoría de los israelíes aprobaba el cambio, muchos otros se manifestaron públicamente en contra por lo desproporcionado del canje y por la liberación de palestinos acusados de algunos de los atentados más sangrientos perpetrados dentro de Israel en los últimos 20 años.