Las creencias influyen en nuestra relación con el medio circundante

Escribe la Lic. Andrea Fabiana Varela Seivane.

Las creencias generalmente actúan a un nivel tácito para determinar la percepción que tiene la persona de su relación con el entorno, y casi nunca somos concientes de la influencia que las creencias tienen sobre este proceso, tanto es así, que el efecto sobre este proceso se pone en evidencia cuando hay una pérdida brusca de creencias o una conversión a otro sistema de creencias muy distinto, por ejemplo cuando se pierde una creencia, la esperanza puede sustituirse por la desesperanza, o por ejemplo aquello que en un principio pudo sentirse como amenazante luego puede convertirse en algo bueno.

Las personas casi siempre, confían en su poder de dominio sobre el entorno que los rodea, o por el contrario, temen resultar dañadas en un mundo que es concebido como peligroso y hostil, este hecho de que las personas confíen en uno u otro sentido, determina que las evaluaciones que las personas hacen del entorno que los circunda, sean de amenaza o de desafío.

Las creencias sobre el control personal, están en relación con las sensaciones de dominio y de confianza, e incluyen el grado en que la persona asume que puede controlar los acontecimientos y las situaciones importantes, por ejemplo, la creencia de que los acontecimientos son circunstanciales con la conducta de la persona, o por ejemplo la creencia de que esos acontecimientos no son circunstanciales a la conducta de la persona, sino que dependen de la suerte, de la casualidad, del destino, o del poder de los demás. Los sistemas de creencias en las personas son sumamente complejos, ricos y contradictorios, a lo que se suma la relación compleja y cambiante que existe entre la persona y su entorno que la rodea.

Es muy frecuente, por ejemplo, que las personas temen subir a un avión, cuando por otro lado, saben que estadísticamente es la forma de viajar con menos riesgo.

También, estas mismas personas, se sienten seguras viajando en automóvil, cuando saben que el peligro de accidente o de muerte en las rutas es altísimo, comparado con el que existe viajando en un avión, es decir, estas personas parecen tener dos creencias contradictorias entre sí, que es seguro viajar en avión, y al mismo tiempo, que corren un grave peligro, por lo que parece que las personas siempre necesitan estar tranquilas, aún cuando para eso tengan que hacer coexistir dos creencias contradictorias sin importar lo absurdo que resulte la síntesis de ambas.

También es común entre las personas creer que son eficaces en lo que hacen o que gustan a los demás, pero al mismo tiempo se comportan como si también creyeran que son insuficientes o desaprobadas por los demás. Muchas veces el ejercicio de control sobre las creencias puede traer consecuencias sociales negativas, puede ser que una persona tenga los recursos suficientes para ejercer control sobre un estímulo agresivo, pero es posible que el ejercicio de tales recursos signifique un perjuicio para una relación interpersonal importante, o produzca una situación social complicada, por ejemplo una madre que se inhiba de tratar los problemas de conducta de su hijo porque hacerlo significaría probablemente recibir instrucciones sentidas como humillantes por parte del personal de la escuela, de los servicios médicos, de los asistentes sociales, o de los psicólogos.

Además de las creencias sobre el control, existen también las creencias existenciales, como la fe en dios o en otro orden natural del universo, son creencias generales que ayudan a la gente a conservar la esperanza, y a buscar significado a la vida, y a pesar de experiencias dolorosas que a muchas personas les toca vivir, el compromiso con esta fe los ayuda a poder afrontar esas situaciones. Existe una diferencia entre las creencias y los compromisos, las creencias están referidas a aquello que uno piensa que es verdad, al margen de que le guste o le merezca desaprobación, mientras que los compromisos reflejan valores, es decir, aquello que uno prefiere o considera deseable. Los compromisos tienen una cualidad que está en relación con la motivación y con las emociones, mientras que las creencias no necesariamente contienen un componente emocional, aunque si existe entre creencias y compromisos una relación, ya que por ejemplo, las creencias pueden dar lugar a la aparición de emociones estresantes para la persona.

Licenciada en Psicología
Andrea Fabiana Varela Seivane
MN 34156
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