Lanzan plan para prevenir malformaciones congénitas en nueve distritos

Es la segunda causa de muerte en menores de un año. Comenzó a implementarse en distritos del Conurbano con altas tasas de natalidad entre ellos, Avellaneda.

Un plan de prevención, detección y tratamiento de bebés con malformaciones congénitas, la segunda causa de muerte en menores de un año, comenzó a implementarse en nueve distritos del Conurbano con altas tasas de natalidad como son Ezeiza, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Lanús, Almirante Brown, Avellaneda, Quilmes, Florencio Varela y Berazategui.

“El armado de redes de atención, la difusión de medidas preventivas y la contención psicológica de las familias forman parte de este nuevo plan que constituye una herramienta clave para combatir la mortalidad infantil”, explicó el ministro de Salud, Alejandro Collia.

El titular de la cartera sanitaria destacó que “las malformaciones congénitas constituyen la segunda causa de muerte en menores de un año”.
Más del 50 por ciento de las anomalías congénitas pueden prevenirse y tratarse con un diagnóstico temprano y cuidados antes, durante y luego del nacimiento.
Se estima que de los cerca de 280.000 bebés que nacen en la Provincia de Buenos Aires cada año, entre los cuales un 5 y un 10% tiene anomalías congénitas, entre las que figuran malformaciones del corazón, síndrome de Down, hernias diafragmáticas, problemas pulmonares y fisuras del paladar (labio leporino), entre otras.
La coordinadora del Programa de Salud Congénita, Beatriz Minoli, explicó que “estamos constituyendo una red hospitalaria que facilite a las familias el diagnóstico y tratamiento temprano de estas malformaciones”.
Los miembros del programa en cada hospital serán una suerte de GPS hospitalario, que conducirá al paciente hacia el paso siguiente facilitándole los turnos y brindándole orientación en cada instancia del tratamiento.

La especialista explicó, a modo de ejemplo, que si una embarazada se realiza un primer control ecográfico y se detecta que su bebé tiene labio leporino, el nuevo programa la derivará, en primera instancia, hacia el hospital más cercano que tenga servicio de Neonatología.

Un chico con esta anomalía tiene más riesgo de neumonía por aspiración, además le conseguimos un turno con el área de cirugía máximo-facial más cercano y procuramos que allí mismo reciba el seguimiento con foniatras para los problemas del habla que acarrea esta malformación, ejemplificó Minoli.

El objetivo es facilitar todo el recorrido de la familia por el sistema de salud para que continúe con el tratamiento y alcance el mejor desarrollo posible, además de ofrecer contención psicológica para los casos que así lo requieran.

Por otra parte, el Programa de Salud Congénita difundirá a través de ONGs, escuelas secundarias y consultorios ginecológicos la información precisa sobre los hábitos que previenen males congénitos en el bebé por nacer.

Factores como la edad de la madre, el consumo de alcohol y tabaco en el embarazo o el déficit de ácido fólico suelen derivar en anomalías congénitas graves que podrían evitarse.

“La mujer tiene que saber que luego de los 35 años crecen notablemente las posibilidades de tener un bebé con síndrome de Down, por lo tanto apuntamos a que la mujer conozca esta información y pueda elegir qué decisión tomar, apuntó Minoli.

Además, los especialistas advierten que vacunas, como la doble y triple viral, previenen enfermedades como la rubéola congénita, que en el bebé pueden acarrear cardiopatías, sordera y ceguera.

La transmisión de la madre al bebé de enfermedades infecciosas como la sífilis o el VIH pueden prevenirse si la mujer se controla desde el primer momento del embarazo y para que lo haga es preciso que alguien se lo diga, es ahí donde el equipo de salud cumple un rol relevante, detalló Minoli.

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