La Selección goleó al campeón del mundo por 4 a 1 y el Monumental fue una fiesta

Con goles de Messi, Higuaín, Tevez y Agüero derrotó a una deslucida España en un encuentro amistoso. Lo mejor del equipo de Sergio Batista se vio en el primer tiempo, con presión, control de pelota y una notable contundencia.

Con un primer tiempo de alto vuelo y una notable efectividad, la Selección se despachó con una contundente goleada por 4-1 sobre el flamante campeón mundial, España, en el encuentro amistoso disputado ante un repleto estadio Monumental de Núñez.

El DT Sergio Batista aprobó una prueba de fuego en su camino a dejar el interinato y ser ungido como seleccionador efectivo hacia el Mundial de Brasil.

Lionel Messi, otra vez una de las grandes figuras del seleccionado, Gonzalo Higuaín, Carlos Tevez, en otra formidable actuación y Sergio Kun Agüero (ingresó por Higuaín en el segundo tiempo), anotaron los goles para la Argentina.

Mientras que Fernando Llorente descontó a los 38 del segundo período para una deslucida España, que pareció tomarse el encuentro como lo que realmente era: un amistoso.

Lo mejor del equipo albiceleste sin dudas se vio en el primer tiempo. Un arranque a todas luces explosivo y de una eficacia pocas veces vista, porque llegó cuatro veces y concretó tres goles.

Lionel Messi abrió la cuenta a los 9 minutos del primer tiempo, definiendo con un toque suave y de enorme calidad ante la salida de Reina, que quedó despatarrado en el suelo.

Gonzalo Higuaín estiró la ventaja, sólo tres minutos más tarde, después de una excelente asistencia de Tévez y tras eludió al arquero por la izquierda y definir casi sin angulo sobre la raya de fondo.

El propio Carlitos Tevez, que había malogrado el primer mano a mano que tuvo ni bien comenzado el encuentro, también dejó en ridículo al arquero español Pepe Reina, al aprovechar un resbalón, y ganarle en la carrera para marcar el 3 a 0, a los 34 minutos de la primera etapa. Realmente impensable en la previa.

El comienzo del segundo tiempo tuvo a España como dominador de las acciones, aunque sin el fútbol aceitado que mostró en otros encuentros.

Como contrapartida, hubo un gran compromiso del equipo argentino, que jugó como para revertir la decepción que había dejado en el público la eliminación en el Mundial de Sudáfrica.

En tren de comparaciones, quizás la ventaja del esquema utilizado por el Checho Batista con respecto al mostrado por Diego Maradona en el Mundial, se vio en la mitad de la cancha.

La labor de Ever Banega fue sólida, tanto en la recuperación como en la distribución del juego, y se complementó bien con el inamovible Javier Mascherano.

También hubo un sacrificado aporte de Esteban Cambiasso, que le imprimió al equipo un sistema táctico más equilibrado que el que mostró en Sudáfrica. Un equilibrio que le permitió explotar al máximo a sus temibles delanteros.

Claro que influyó y mucho la tibieza de un rival que, si bien trajo a todas sus figuras (excepto Puyol), jugó con jugadores que por estos días están de vacaciones.
No obstante, tal como se insinuaba con anterioridad al encuentro, el contundente triunfo ante el campeón del mundo significará sin dudas un fuerte espaldarazo a Batista de cara al futuro.

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