En tanto, confirmaron que el bajo peso afecta al 2,5 por ciento de los niños, lo que representa una disminución en relación al 2010, cuando el 4,6 por ciento se encontraba por debajo del peso esperado.

Los datos fueron revelados por el ministro de salud provincial, Alejandro Collia, quien advirtió un “progreso sostenido” en la materia, aunque aseguró que “todavía nos queda mucho por mejorar”.

Las cifras se desprenden de un estudio realizado bajo los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se llevó a cabo “en 198.266 niñas y niños menores de 24 meses que forman parte del Plan Sumar”. El informe reveló un 1,8 por ciento de casos de desnutrición en la población analizada, lo que representa el índice “más bajo del que se tiene registro desde 1995, cuando llegaba a 3,6 por ciento”, sostuvo el informe.

Asimismo, destacó que a nivel mundial “el porcentaje esperado estadísticamente es de 2,3 por ciento”.

El estudio también determinó un descenso en las variantes de baja talla y bajo peso, aunque subrayó un 11,9 por ciento de casos en los que los menores de edad sufren obesidad infantil.

“El 2,5 por ciento de los niños encuestados se encuentra por debajo del peso esperado, específicamente el 2,1 por ciento en el caso de las niñas y el 2,9 por ciento en el caso de los niños”, señaló el comunicado, aunque recordó que “en 2010, el bajo peso afectaba al 4,6% de los niños”.

En cuanto a los índices de baja talla, indicaron que “actualmente se encuentra en un 6,5 por ciento”, mientras en 2010 alcanzó “10,7 por ciento y en 2002 de 17 por ciento”.

Al respecto, Collia advirtió que “estamos en una etapa donde el verdadero problema es la malnutrición, es decir los hábitos alimentarios de los niños y no la carencia de alimentos”.

“Hoy podemos afirmar que la desnutrición infantil casi es inexistente y que en los casos existentes no tiene que ver con un déficit alimentario”, sostuvo.

En cuanto a la disminución de la problemática en la provincia, la cartera consideró que responde a “una década de políticas inclusivas” impulsadas desde el gobierno.

El funcionario resaltó que “en casi todos los ítems del estudio (desnutrición aguda, bajo peso, baja talla) la tendencia es de un mejoramiento constante en los últimos diez años”. Entre las políticas de salud que contribuyeron al descenso de la desnutrición, el ministro destacó las campañas sobre la lactancia materna, el tratamiento de las enfermedades respiratorias en los hospitales públicos y los programas inclusivos como la Asignación Universal por Hijo y la Asignación por embarazo.