La Poesía Amorosa

Escribe Roberto Díaz

El tema del Amor es, en Poesía, trascendental; dentro del Género, seguramente debe abarcar la inmensa mayoría de su creación.
Este es parte de un trabajo que me encargó, en su momento, la Editorial Andrómeda: una Antología de la Poesía Amorosa a nivel internacional.
De esa exhaustiva recopilación de textos que llevé a cabo, tomé algunos de ellos para transcribirlos hoy, aquí.

R.D.
robertodiaz@uol.com.ar

SONETO

Porque dejaste el mundo de dolores
buscando en otro cielo la alegría
que aquí, si nace, sólo dura un día
y eso entre sombras, dudas y temores.

Porque en pos de otro mundo y de otras flores
abandonaste esta región sombría,
donde tu alma gigante se sentía
condenada a continuos sinsabores.

Yo vengo a decir mi enhorabuena
al mandarte la eterna despedida
que de dolor el corazón me llena;

Que aunque cruel y muy triste tu partida,
si la vida a los goces es ajena,
mejor es el sepulcro que la vida.

MANUEL ACUÑA

OTRA ESTIRPE

Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego…
Pido a tus manos todopoderosas
¡su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!

La eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego
todo un enjambre de palomas rosas.

Da a las dos sierpes de su abrazo, crueles,
mi gran tallo febril…Absintio, mieles,
viérteme de sus venas, de su boca…

¡Así tendida, soy un surco ardiente
donde puede nutrirse la simiente
de otra Estirpe sublimemente loca!

DELMIRA AGUSTINI

RETORNOS DEL AMOR TAL COMO ERA

Eras en aquel tiempo rubia y grande,
sólida espuma ardiente y levantada.
Parecías un cuerpo desprendido
de los centros del sol abandonado
por un golpe de mar en las arenas.

Todo era fuego en aquel tiempo. Ardía
la playa en tu contorno. A rutilantes
vidrios de voz quedaban reducidos
las algas, los moluscos y las piedras
que el oleaje contra ti mandaba.

Todo era fuego, exhalación, latido
de onda caliente en ti. Si era una mano
la atrevida o los labios, ciegas ascuas,
voladoras, silbaban por el aire.
Tiempo abrasado, sueño consumido.
Yo me volqué en tu espuma en aquel tiempo.

RAFAEL ALBERTI

AMOR

Vamos andando,
con un par de nombres adheridos
al pecho, empujando el aliento
como en esas habitaciones miserables
que sueltan su polvo a borbotones,
hasta que la pasión desmedida
corte los nudos,
y aparezcan los retratos y las llaves
como rejas que giran a tientas,
buscando una salida que no existió nunca.

No necesitamos más presencia
que la sed que sube a la garganta,
como arenilla al último pliegue del amor.

ANTONIO ALIBERTI

TAN GRACIOSA…

Tan graciosa y gentil se manifiesta
la amada mía si serena pasa
que las lenguas temblando quedan mudas
y que los ojos ni a mirar se atreven.

Ella se aleja, oyéndose alabada,
benignamente de humildad vestida,
y da la sensación de haber venido
desde el cielo, a manera de un milagro.

Muéstrase tan graciosa a quien la mira
que, al verla, nos produce una dulzura
que no puede entender quien no la prueba.

Y parece que exhale de sus labios
un espíritu suave, de amor lleno,
que al alma va diciéndole: suspira.

DANTE ALIGHIERI

CIENCIA DE AMOR

No sé. Sólo me llega, en el venero
de tus ojos, la lóbrega noticia
de Dios: sólo en tus labios, la caricia
de un mundo en mies, de un celestial granero.

¿Eres limpio cristal o ventisquero
destructor? No, no sé…De esta delicia,
yo sólo sé su cósmica avaricia,
el sideral latir con que te quiero.

Yo no sé si eres muerte o si eres vida,
si toco rosa en ti, si toco estrella,
si llamo a Dios o a ti cuando te llamo.

Junco en el agua o sorda piedra herida,
sólo sé que la tarde es ancha y bella,
sólo sé que soy hombre y que te amo.

DAMASO ALONSO

LAS CARICIAS

¡Qué música del tacto
las caricias contigo!
¡Qué acordes tan profundos!
¡Qué escalas de ternuras,
de durezas, de goces!
Nuestro amor silencioso
y oscuro nos eleva
a las eternas noches
que separan altísimas
los astros más distantes.
¡Qué música del tacto
las caricias contigo!

MANUEL ALTOLAGUIRRE

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