Según confirmaron fuentes de la cartera que encabeza Garré, la ministra conversó telefónicamente con Montenegro acerca de la decisión adoptada el martes por la Nación, de reforzar la presencia policial en las calles con 1.200 policías que hasta el lunes custodiaban edificios públicos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En la referida comunicación se establecieron las disidencias en torno al mecanismo de refuerzo de la seguridad pública establecido por el gobierno nacional en la jurisdicción, no obstante ambos funcionarios coincidieron en que cada uno, en el ámbito de su competencia, hará todo lo necesario para mejorar la seguridad de los vecinos, objetivo del plan integral de seguridad del gobierno nacional.

Con relación a las escuelas públicas porteñas, el Ministerio de Seguridad aclara a la ciudadanía que no debe dejarse alarmar. De los 833 establecimientos públicos que dependen del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sólo nueve estaban custodiados por el servicio de “policía adicional” contratado con la Policía Federal Argentina, y deberá ser reemplazado por la Policía Metropolitana en lo sucesivo.

El sistema de “corredores de seguridad” en el ingreso y egreso de alumnos de todas las escuelas de la ciudad será cubierto como hasta ahora por las comisarías de cada jurisdicción, sin perjuicio de la contribución que pueda hacer la Policía Metropolitana, en esto nada ha cambiado.

Con relación a hospitales, se mantendrá la presencia del servicio de prevención contra incendios ya que la Policía Metropolitana no dispone de bomberos propios. También se mantiene este servicio en el Teatro Colón y en la Reserva Ecológica.