Einstein fue el ganador del Premio Nobel de Física en 1921 y es considerado el científico más famoso del siglo XX. Desarrolló la teoría de la relatividad que pone en relación la gravedad, el tiempo y el espacio, y dedujo una de las fórmulas más conocidas a nivel popular (E = mc²) que demuestra la equivalencia masa-energía. Poco a poco atravesó las paredes de la ciencia para convertirse en un ícono popular reconocido por la academia y el mundo entero. En el video generado por OmniHuman-1, las personas pueden escucharlo durante 23 segundos como si se tratara de una de sus clases en la universidad.
Ahora bien, ¿cómo funciona OmniHuman-1? La tecnología puede generar videos realistas a partir de una sola imagen humana y señales de movimiento, es decir, a través de un audio, un video o una combinación de ambas. Así, la IA puede recuperar gestos, movimientos corporales y la voz de una persona a partir de una fotografía y un contenido de sonido o video de referencia.
Las imágenes que admite pueden ser del rostro, medio cuerpo o cuerpo completo, al igual que dibujos animados o animales. En sus videos, incluye detalles de iluminación, poses y textura para generar un mayor realismo. Además, la IA fue entrenada con casi 19 mil horas de video y datos relacionados con seres humanos, donde se la capacitó para la movilidad y sincronización de labios, las distintas poses y movimientos corporales a realizar
Si bien ByteDance dio a conocer el producto, advirtió que aún no es posible descargarlo en ninguna plataforma.
El fake, ¿a la orden del día?
OmniHuman-1 se suma a la competencia mundial de quien crea la mejor herramienta de inteligencia artificial. Así ya existen parejas virtuales, amores platónicos alcanzables, charlas con personajes ficticios (como William Shakespeare) o con personajes reales (como Elon Musk, aunque la charla sea con un algoritmo), robots, miss Inteligencia Artificial que incentiva la competencia, entre otros.
Como todo, sin negar el avance de las tecnologías, las dudas y riesgos están presentes. Si se puede revivir a un científico muerto y hacer que hable, también se puede hacer que personalidades famosas, políticos o influencers digan cosas que jamás han dicho con un realismo cada vez mayor.
Según un informe de la organización Home Security Heroes, en 2023 se registraron 95.820 videos deepfake (es decir, editados o generados con IA que muestran personas reales, o inexistentes, diciendo o haciendo algo que no sucedió). Esto representa un aumento del 550 por ciento respecto a 2019. Inclusive, la organización detalla que la pornografía deepfake constituye el 98 por ciento de todos los vídeos editados en línea.
El tema pone nuevamente el debate en la mesa acerca de, por ejemplo, cuáles son las políticas que regulan estas inteligencias artificiales, qué tan accesibles están para las personas, o qué de toda la información que tienen en línea los usuarios (de Tik Tok en particular y de las redes sociales en general) es utilizada para entrenar las tecnologías.
Es en este escenario que algunos políticos del mundo toman medidas para crear marcos regulatorios. Por ejemplo, esta semana el presidente de España Pedro Sánchez presentó el Observatorio de Derechos Digitales que apunta a garantizar los derechos de las personas en el entorno digital mientras indagan en las innovaciones tecnológicas. De igual manera, el año pasado la Unión Europea inició una investigación a Tik Tok por su falta de medidas de protección para los menores de edad, la transparencia publicitaria, el acceso a los datos para los investigadores, la gestión de riesgos del diseño adictivo y los contenidos nocivos.