El nuevo presidente del Colegio Público de Martilleros del departamento Judicial de Avellaneda-Lanús, Carmelo La Forgia, remarcó el crecimiento que tuvo el sector en los últimos meses, y aseguró que dicho repunte se debe a los créditos que se pueden obtener mediante las distintas líneas de crédito a nivel nacional y de programas como el Procrear.

En ese sentido, puntualizó que, pese a la actual situación económica, notó un crecimiento en los últimos dos años. “La gente se está animando mucho con los créditos que hay en Nación, y en Ciudad, no tanto en el Provincia”, remarcó La Forgia.
“Hay muchas consultas y las operaciones que se están cerrando son en base a esos créditos – agregó – el mercado de hace un año no es el que es ahora porque, si bien no estamos en las mejores épocas, hay una reactivación”.
Ante el crecimiento de la demanda, La Forgia convocó a todos los vecinos a acercarse al Colegio para hacer consultas sin costo alguno, ya que una de las funciones de todo Colegio de Martilleros es “darle seguridad a la operación que se va a realizar”.
“El martillero tiene obligaciones para con la comunidad, de hacer las cosas como corresponde, de hacer las operaciones en forma transparente, de llevar tanto al comprador como al vendedor a que se haga la operación con seguridad y seriedad”, enfatizó La Forgia al remarcar la importancia de la entidad que preside como “protectora” de ambas partes.
Consultado sobre la relación con la comunidad, La Forgia destacó que es un tema importante y que desde el Colegio “queremos establecer un contacto más fluido con la sociedad dado que los colegios fueron creados para administrar las matrículas de los colegiados, ejerciendo nosotros el poder de policía sobre dicha matrícula profesional”.
“Es una institución que tiene como primer objetivo, por designación del Estado porque somos una persona jurídica de derecho público, tener las puertas abiertas del colegio a todo aquel ciudadano que necesite evacuar alguna duda”, añadió.
Por otra parte, al referirse a los servicios que se le brinda a sus integrantes, detalló que lo más importante es “la seguridad jurídica que se les brinda porque están amparados como Colegio”, como así también “el apoyo en cuanto a las nuevas normativas, a la evolución que van sufriendo constantemente las leyes”.

El Colegio
Con la creación del nuevo Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús, también nació, por ley, el Colegio Público de Martilleros, cuyo primer presidente fue Jorge Anibal Gangi, fallecido en agosto de 2015. Carmelo La Forgia, quien en esa primera comisión se desempeñaba como Secretario General, es quien ahora dirige los destinos de la institución tras la decisión de la asamblea.
Con respecto a la nueva gestión, remarcó que la institución esta conducida por un cuerpo colegiado y que si bien el presidente puede marcar un rumbo, “sin dudas el Consejo Directivo, que es el órgano de gobierno, es quien le termina dando su respaldo a las políticas adoptadas por mayoría de votos”.
Según explicó La Forgia, el hecho de haber nacido un nuevo colegio, trajo como consecuencia que la primera etapa de su historia esté relacionada con procesos de ordenamiento interno y la organización de los distintos sectores. “No podemos olvidar que fuimos transitando en tan poco tiempo por complejas situaciones, como ser el fallecimiento de nuestro primer presidente, Jorge Gangi”, sobre quien aseguró llevarse “los mejores recuerdos”.
Tras este proceso de reordenamiento, la asamblea general ordinaria eligió a fines de marzo pasado al nuevo Consejo Directivo, encabezado por La Forgia, quien busca darle su impronta. “Todo presidente, cuando asume su responsabilidad, tiene su impronta para otorgarle un sello propio -aseguró- lo destacado que tengo por delante como presidente institucional va a ser la lucha contra todo aquel que infrinja nuestras leyes y código de ética, llámense franquicias multinacionales o toda aquella persona o inmobiliarias ilegales, que solo nos hacen retroceder en los logros obtenidos”.
“Enarbolamos las banderas de nuestra profesión, por la cual seguiremos dando batalla para modificar nuestras leyes en cuanto a la incumbencia profesional, no quitando lugar a que tenemos que bregar por la seguridad jurídica y laboral de nuestros colegiados, recordando que éste es nuestro digno medio de vida, dentro del conjunto de la sociedad”, completó La Forgia.
Por otra parte, consultado sobre cómo sueña su gestión al frente del Colegio, explicó que “junto al colegiado, brindándole el apoyo técnico que necesite, facilitándole las herramientas necesarias para su perfeccionamiento y profesionalismo”.
Además, dijo que no dejará de lado “el rol social que cumple el colegio de estar cerca de la comunidad” para brindar tranquilidad en toda operación inmobiliaria, “concientizando sobre el grado de importancia que tiene el operar con un martillero y corredor público debidamente colegiado”.
Finalmente, puntualizó que además de los dar respuestas a las inquietudes diarias que se presentan, uno de los objetivos principales responde a un deseo de todos los integrantes del Consejo, que es “poder comprar un inmueble para adecuarlo a nuestras necesidades”.

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