La ceremonia contó con la presencia de la directora asociada del Ana Goitía, Adriana Mosquera; del embajador japonés Takahiro Nakamae; del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak; y de la jefa de gabinete de la Municipalidad de Avellaneda, Magdalena Sierra, entre otros.

Con respecto a la solicitud de equipamiento realizada por el hospital a la embajada, desde la entidad explicaron que el objetivo era que “las madres y sus bebés tuvieran el mayor cuidado en un momento tan importante de sus vidas”.

“La Embajada de Japón, mediante la Asistencia para Proyectos Comunitarios, apoya las iniciativas que las comunidades tienen para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y nos han elegido porque conocen muy de cerca la terea silenciosa, profesional y de enorme compromiso que tienen los trabajadores de nuestro hospital con las familias que nos eligen para tener sus bebés”, remarcaron en el Ana Goitía.

Por otra parte, cabe destacar que la jornada de comenzó con una recorrida por los sectores beneficiados por el aporte y con el descubrimiento de una placa alusiva para “recordar siempre la
generosidad del pueblo y del gobierno de Japón”.

En su alocución, Adriana Mosquera agradeció al embajador Takahiro Nakamae por haber permitido concretar este proyecto porque muchas familias de la zona y alrededores eligen a este hospital para tener el parto y cuidar su embarazo “y nada mejor que hacerlo con seguridad en la calidad de atención, acompañamiento y confort”.

“Cuando ideamos este proyecto lo hicimos pensando en tres sectores, en el cuidado de la embarazada que tiene que permanecer mucho tiempo internada por algún cuidado especial, y que necesita estar acompañada, no solo por el equipo de salud, sino también tener un lugar confortable”, explicó Mosquera, agregando que el segundo punto era unir en un mismo espacio el trabajo de parto, el parto y la recuperación, sin tener que hacer traslados innecesarios”.

“El tercer momento que pensamos fue la atención en Neonatología, que brinda seguridad a los recién nacidos”, resaltó. En ese sentido, hizo hincapié en la alimentación con leche materna y en la importancia de la campana de flujo laminar y el freezer que permitirán fraccionarla y conservarla.

Por su parte, el ministro Nicolás Kreplak agradeció la predisposición del pueblo japonés y aseguró que es algo común en esa comunidad la colaboración internacional.

Además, dijo que “el pueblo japonés tiene mucho para enseñarnos y a nosotros siempre nos gusta aprender”. “La solidaridad y el compromiso son dos características del pueblo japonés”, sentenció.

En cuanto al Ana Goitía, sostuvo que “desde hace mucho tiempo viene tratando de trazar un camino para que los hospitales más grandes puedan tener una referencia y, de alguna manera, aprender de un trato humanizado y cuidado”.

Finalmente, el embajador Takahiro Nakamae dijo que el programa de cooperación de la embajada japonesa “asiste tanto a las organizaciones sin fines de lucro, como a las ONG y organismos de gobierno locales; junto con la cooperación técnica, forman parte de unos de los pilares más importantes de la colaboración del Japón con la Argentina”.

Además, destacó que, de los 67 proyectos ya concretados, en 32 se ha colaborado con instituciones médicas para la incorporación de equipos.

“El Ana Goitía ha visto nacer a más de 158 mil vidas y ha venido cumpliendo un papel central en el sistema de hospitales maternos infantiles de la provincia”, dijo el embajador, quien expresó sus “respetos” al personal del lugar y todos los colaboradores.

“Espero de todo corazón que el Hospital Ana Goitía pueda continuar fortaleciéndose como una institución líder en la atención materno infantil y que esta donación contribuya a afianzar las relaciones de confianza entre Japón, la Argentina, la Provincia de Buenos Aires y Avellaneda”,
concluyó Takahiro Nakamae.